diciembre 15, 2024
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septiembre 26, 2017 | 146 vistas

Seúl, 26 Sep (Notimex). – Corea del Sur y China pidieron hoy cesar las «provocaciones» en la península de Corea, ante la reciente «guerra de palabras» entre Estados Unidos y la vecina Norcorea, advirtiendo que «no habrá ningún ganador» de desatarse un conflicto bélico.

En una primera reacción a las afirmaciones hechas la víspera por el canciller norcoreno, Ri Yong-ho, sobre que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, «ha declarado la guerra» a su país, el Ministerio surcoreano del Exterior declaró que esas amenazas acentúan las tensiones en la península coreana.

«Corea del Norte debe darse cuenta de que sus provocaciones nucleares y de misiles y palabras amenazadoras provocan tensiones en la península coreana», aseguró el portavoz del Ministerio local de Relaciones Exteriores, Noh Kyu-duk, según un reporte de la agencia informativa Yonhap.

En una rueda de prensa, el vocero rechazó el reciente intercambio de «palabras duras» entre Estados Unidos y Corea del Norte, y se pronunció a favor de diálogo entre ambos y promover conversaciones de desnuclearización lo antes posible.

La semana pasada, en su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas (ONU), el presidente estadunidense Donald Trump amenazó con «destruir totalmente» a Corea del Norte en caso de que Estados Unidos o sus aliados fueran atacados.

El pasado fin de semana, Trump reiteró sus amenazas a través de su cuenta de Twitter y subrayó que el líder norcoreano Kim Jong-un «no estará por mucho tiempo», provocando la víspera la reacción del ministro de Relaciones Exteriores de Corea del Norte, quien afirmó que «el presidente estadunidense declaró la guerra a nuestro país».

Pese a que el portavoz de la Casa Blanca minimizó las palabras de Ri, asegurando que «Estados Unidos no ha declarado la guerra a Corea del Norte» y que Washington está comprometido con una península coreana libre de armas nucleares por medios pacíficos, Corea del Sur está preocupada por las recientes amenazas.

«Corea del Sur y Estados Unidos se adhieren claramente a su objetivo conjunto de un completo desmantelamiento nuclear del Norte de manera pacífica y Estados Unidos ha afirmado varias veces que la diplomacia debería ser el enfoque número uno para resolver el problema nuclear», recordó este martes el portavoz de la cancillería surcoreana.

El presidente de Corea del Sur, Moon Jae, por su parte instó esta tarde a Corea del Norte a sentarse ante la mesa de diálogo y destacó que el Estado comunista aún tiene una oportunidad para finalizar de manera pacífica su ambición nuclear.

«Como he subrayado en numerosas ocasiones, la puerta al diálogo y las negociaciones está siempre abierta a Corea del Norte», afirmó el presidente en una ceremonia que conmemora el décimo aniversario de una declaración intercoreana.

Moon dijo que las condiciones de seguridad que rodean actualmente a la península coreana son «más serias que nunca», pero la comunidad internacional está expresando una cólera unánime y tratando de buscar una solución al tema.

En China, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Lu Kang, desaprobó este martes la guerra de palabras entre Estados Unidos y Corea del Norte, y subrayó que «la guerra en la península coreana no tendrá ningún ganador», según un reporte de la agencia estatal Xinhua.

En su conferencia de prensa regular con los medios internacionales, Lu dijo que «recientemente hemos escuchado amenazas de guerra demasiado a menudo, pero China confía en que Estados Unidos y Corea del Norte se den cuenta de que el recurso a medios militares «nunca será una salida viable».

El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China indicó que su país ha expresado repetidamente la esperanza de que tanto los estadistas estadunidenses como de Corea del Norte tengan la sabiduría de darse cuenta de que «recurrir al uso de la fuerza no es una opción para resolver la cuestión de la península»,

China, agregó, espera que entiendan que la retórica «inflamatoria» sólo aumentará el riesgo de conflicto y reducirá la eficacia de sus propias herramientas de política. «No habrá ganadores si la guerra estalla en la península de Corea y traerá sufrimiento a los países de la región», subrayó Lu.

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