diciembre 15, 2024
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septiembre 28, 2017 | 450 vistas

Redacción El Diario.-

Carlos Rivera dio un emotivo último adiós a Hiromi, a quien considera su «primer gran amor» y lamentablemente falleció este miércoles a los 34 años por complicaciones durante el parto, causando conmoción entre la comunidad artística.

El cantante utilizó sus redes sociales para escribir una carta en la que recordó los momentos más especiales que vivió junto a la joven artista, destacando «la belleza de su alma», su disciplina y confesando que fue ella quien lo llevó a enamorarse del teatro musical.

Cabe mencionar que Carlos y Hiromi se conocieron durante su participación en la tercera generación de «La Academia», donde mantuvieron un romance que, aunque no prosperó, marcó el inicio de una gran amistad.

«Inolvidable aquel día que entraste al foro de los Estudios Churubusco; apenas ensayábamos para lo que sería nuestro primer concierto de La Academia… Eras como una muñequita. Mi corazón aún adolescente se congeló por tu belleza única. Después descubriría también la belleza de tu alma», inicia el mensaje de Carlos, acompañado de una imagen de ambos durante una de sus presentaciones en «La Academia».

«Poca gente sabe que tú fuiste la culpable de que me enamorara del Teatro Musical; tú me mostraste lo maravilloso que era y me llevaste a ver mi primera obra, lo demás es historia. Gracias eternamente por eso. Tu disciplina y pasión siempre fueron tu sello y vi con orgullo como te convertiste merecidamente en una estrella imprescindible de la escena teatral mexicana.

«Aunque hace muchos años de que nuestros caminos se separaron, fuiste muy importante en mi vida. Dicen que el primer gran amor nunca se olvida, por ello yo jamás podría olvidarte.

Rivera concluyó su despedida con las siguientes palabras: «Dios te reciba en el cielo junto a tu ángel Julieta… ¡Hasta siempre Hiro!». Con amor y respeto.  Carlos

Inolvidable aquel día que entraste al foro de los Estudios Churubusco; apenas ensayábamos para lo que sería nuestro primer concierto de La Academia, te habían cortado tu cabello largo hasta los hombros. Eras como una muñequita. Mi corazón aún adolescente se congeló por tu belleza única. Después descubríria también la belleza de tu alma. Poca gente sabe que tú fuiste la culpable de que me enamorara del Teatro Musical; tú me mostraste lo maravilloso que era y me llevaste a ver mi primera obra, lo demás es historia. Gracias eternamente por eso. Tu disciplina y pasión siempre fueron tu sello y vi con orgullo como te convertiste merecidamente en una estrella imprescindible de la escena teatral mexicana. Aunque hace muchos años de que nuestros caminos se separaron, fuiste muy importante en mi vida. Dicen que el primer gran amor nunca se olvida, por ello yo jamás podría olvidarte… Y como dice la canción que te escribí por aquellos tiempos, “En recuerdos dejaré todo lo nuestro…” Te vamos a extrañar mucho; tus amigos, tus compañeros académicos, tus colegas teatrales, el público y los escenarios. Dios te reciba en el cielo junto a tu ángel Julieta. Que su luz llene de consuelo a tu esposo y a tu familia. ¡Hasta siempre Hiro! Con amor y respeto. Carlos

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Aquí te compartimos una de sus participaciones en «La Academia»

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