Alfredo Guevara.-
Los problemas de acumulación de agua que registran colonias de la zona urbana de Nuevo Laredo, como algunas vías de comunicación, se derivan del registro de lluvias puntuales en esa zona fronteriza, expuso Rubén Quiroga Peña.
El Delegado de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) Cuenca Golfo Norte dijo que es falso que esos problemas se hayan originado por la apertura de las compuertas de la presa San Martín, misma que se ubica en Anáhuac, en el estado de Nuevo León, cuyos niveles de almacenamiento se encuentran en poco más del 50 por ciento.
Precisó que en Nuevo Laredo se han registrado en las últimas horas precipitaciones atípicas y puntuales por el orden de los 305 milímetros, en otras palabras, que en un espacio de cinco horas llovió lo que llueve todo el año en esa población fronteriza.
“Los problemas de inundación que presenta Nuevo Laredo son por desbordamiento de ríos como el arroyo El Salado, es decir por lluvias intensas, atípicas, como se han registrado de manera puntual, pero no por abrir alguna compuerta”, apuntó el funcionario.
REPARAR TRAMO SE LLEVARÍA TRES DÍAS: SCT
La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) estimó que restablecer las condiciones en el tramo carretero que se desgajó, producto de la fuerte corriente de agua que generó la lluvia, es decir a la altura del kilómetro 161+750, de la carretera Monterrey-Nuevo Laredo, pudiera llevarse tres días, dependiendo de las condiciones del clima.
El director del Centro SCT en Tamaulipas, William Knight Bonifacio, confirmó que las fuertes precipitaciones pluviales que se han registrado en las últimas horas en esa zona, además de acumulación de agua, han ocasionado que en algunos tramos los caudales del río Bravo se desborden.
De hecho, reveló que la dependencia federal se mantiene atenta al comportamiento que registren los niveles de agua en la carretera dos de Reynosa a Nuevo Laredo.
A la fecha y derivado del desgaje de la carretera, se reanudó la circulación de vehículos a través de un contraflujo, desde el kilómetro 149 hasta el 173 que dio origen a la formación de filas de poco más de 30 kilómetros de unidades entre Tamaulipas y Nuevo León.
En algunos tramos carreteros, el agua acarreó restos de autopartes, basura, ramas y tierra, que complicó todavía más la circulación en los carriles de norte a sur.
