Ciudad del Vaticano, 29 Sep (Notimex).- Un alto funcionario del Vaticano manifestó su solidaridad con México asegurando que “hoy todos somos mexicanos”, no sólo por los sismos que golpearon al país en las últimas semanas sino, también, por “los proyectos imposibles de muros odiosos” y las “amenazas de deportaciones”.
El secretario de la Pontificia Comisión para América Latina, Guzmán Carriquiry Lecour, pronunció estas palabras al presentar una mesa redonda de historiadores organizada con motivo del 25 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre México y el Vaticano.
Durante el encuentro en la sede de la comisión, a pocos pasos de la Plaza de San Pedro, disertaron el investigador italiano Paolo Valvo, catedrático de la Università Cattolica del Sacro Cuore de Milán, y el embajador mexicano ante la Santa Sede, Jaime del Arenal Fenochio, también docente de la Escuela Libre de Derecho.
“Ante los tremendos terremotos que ha vivido México, todos los que aquí no somos mexicanos queremos reiterarle de nuevo toda nuestra solidaridad al querido pueblo mexicano, y nos admiran todos los gestos de solidaridad que ya se advierten en la reconstrucción del país”, dijo Carriquiry.
“Pero si a eso se suma que estamos en tiempos de denigración deplorable de los hispanos y de los mexicanos, en especial en Estados Unidos, de amenazas de deportaciones y división de las familias, de proyectos imposibles de un odioso muro divisorio, y de chantajes respecto a sus relaciones comerciales quiero decirle señor embajador: Todos somos mexicanos”, añadió.
Ante diplomáticos, empleados de la Curia Romana, sacerdotes y periodistas, el secretario habló sobre la importancia de México para la catolicidad, que quedó plasmada en los numerosos viajes de san Juan Pablo II así como las visitas de Benedicto XVI y de Francisco.
Insistió que ese país es importante para la Iglesia porque, como pueblo, recibió “muchos dones extraordinarios de la providencia de Dios” entre los cuales incluyó la aparición de Nuestra Señora de Guadalupe.
Destacó que, en la actualidad, México es uno de los países del mundo con mayor número de católicos mientras, dentro de unos 15 años, casi la tercera parte de los católicos de los Estados Unidos serán de esa nacionalidad.
“Sobre esa base se fundan los 25 años fecundos del establecimiento de las relaciones diplomáticas”, apuntó.