Damasco, 30 Sep (Notimex).- Al menos 28 civiles, incluidos cuatro niños, murieron en ataques aéreos nocturnos en la ciudad de Amanaz, considerada baluarte de la oposición en el noroeste de la provincia siria de Idlib, informó hoy el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos (OSDH).
El grupo, con base en informes de activistas en Siria, indicó que los bombardeos tuvieron lugar durante la noche, pero que hasta ahora desconoce si el ataque fue llevado a cabo por aviones de combate del gobierno sirio o de su aliado Rusia.
De acuerdo con testimonios, bloques enteros de departamentos quedaron destruidos por el ataque aéreo en Amanaz, ubicada a pocos kilómetros de la frontera siria con Turquía.
El OSDH indicó que los equipos que prestan socorro han recuperado 28 cuerpos, cuatro de ellos infantiles, pero que docenas de personas continúan desaparecidas bajo los escombros, por lo que está en curso una operación de búsqueda y rescate de víctimas.
La cifra podría ser mayor, ya que el bombardeo se registró cuando familias enteras dormían en sus departamentos, señaló el grupo OSDH, mientras que algunos reportes de prensa sugieren que habría por lo menos 40 muertos y 70 heridos.
Aunque los observadores suponen que el ataque fue realizado por fuerzas sirias o rusas, éstas aseguran que sólo apuntan contra insurgentes y no hacia la población civil.
Los aviones sirios y rusos han intensificado sus ataques en Idlib en las últimas semanas, en particular después de que los rebeldes lanzaron una ofensiva contra áreas controladas por el gobierno del presidente Bashar al-Assad, en el noroeste del país.
Rusia, Turquía e Irán acordaron el mes pasado crear una “zona de escalada” en la provincia, como parte de sus esfuerzos por establecer un amplio alto al fuego en el país devastado por la guerra.
Esta semana, el presidente ruso Vladimir Putin y su homólogo turco Recep Tayyip Erdogan acordaron intensificar sus esfuerzos para establecer una zona de seguridad en Idlib y el gobierno sirio estuvo de acuerdo, pero aclaró que ello no cubrirá a los grupos de oposición de línea dura.
Siria vive una guerra civil desde principios de 2011, cuando el gobierno del presidente al-Assad reprimió protestas democráticas y la oposición encabezó un levantamiento que derivó en un conflicto armado que se ha cobrado miles de vidas, complicado por la operación del grupo yihadista Estado Islámico en amplias zonas.