abril 19, 2024
Publicidad
septiembre 30, 2017 | 292 vistas

Redacción El Diario.-

Está comprobado que la depresión regularmente provoca la necesidad de comer, pero no solo ese sentimiento afectaría nuestra figura y es que hacer corajes también causa la necesidad de saciar el apetito.

Y es que expertos en nutrición relacionan al enojo con nuestro organismo, pues señalan que libera adrenalina y cortisol, sustancias que nos inflaman por la sobrecarga en las células que no pueden liberar su energía.

Además, las peleas provocan un aumento en la insulina que viaja por la sangre, generando la sensación de hambre y haciendo que consumas más alimentos y la grasa tiende a acumularse.

La próxima vez que estés molesto piénsalo dos veces, pues el que saldría perdiendo y engordando podrías ser tu.

Con información de Mileno

Comentarios