FILADELFIA (AP) — Xavier Totti se mudó hace 43 años de su natal Puerto Rico al territorio continental estadounidense. Todavía le preguntan a regularmente si es «legal», y cuando envía paquetes por correo a familiares en la isla, tiene que llenar un formulario internacional.
Así que el antropólogo de 65 años no se sorprendió de los resultados de un sondeo de Morning Consult-New York Times, que indicó que más de la mitad de los estadounidenses no saben que Puerto Rico es un territorio estadounidense, y que sus residentes son ciudadanos estadounidenses.
«Por estos días, es como gracioso, pero me hace sentir como ciudadano de segunda clase, como que no pertenezco aquí», dijo Totti, quien vive en la ciudad de Nueva York.
Muchos puertorriqueños comparten esa opinión. Según críticos, este sentir está reforzado por la lenta respuesta del gobierno federal a la crisis humanitaria que se desató en Puerto Rico tras el devastador paso del huracán María.
«La respuesta del Congreso… ha sido casi como si Puerto Rico no existiera», dijo José Cruz, profesor de ciencias políticas en la Universidad Estatal de Nueva York en Albany. Su madre y hermana viven en la isla.
La respuesta del presidente Donald Trump «ha sido inadecuada», dijo Cruz. «Él debería de haber estado allí la semana pasada. Puerto Rico no es una prioridad».
Como reforzando esa opinión, Trump lanzó el sábado una diatriba por Twitter contra la alcaldesa de San Juan, Carmen Yulin Cruz, quien el viernes había acusado al gobierno de «matarnos con la ineficiencia» desde la tormenta.
«Mal liderazgo de la alcaldesa de San Juan, y otras personas en Puerto Rico, que no pueden hacer que sus trabajadores presten ayuda», escribió el presidente en una serie de tuits desde su club de golf en Nueva Jersey. «Quieren que otros hagan todo por ellos cuando debería de ser un esfuerzo comunitario».
Muchos lo criticaron, en especial, por el uso de la palabra «ellos». En las redes sociales circuló una foto de la alcaldesa en medio de un área inundada, con agua hedionda hasta el pecho, mientras usaba un megáfono para comunicarse con víctimas e imágenes de Trump jugando golf.
«Ella ha estado trabajando 24 horas al día», tuiteó el astro y creador de «Hamilton» Lin-Manuel Miranda, de ascendencia puertorriqueña. «Tú has estado JUGANDO GOLF. Te vas a ir directo al infierno».
Por su parte, la alcaldesa tuiteó fotos de ella hablando con socorristas, pasando por áreas inundadas y tranquilizando a una mujer mayor.
«La meta es sólo una: salvar vidas», escribió la alcaldesa. «Este es el momento para demostrar de qué estamos hechos. No podemos distraernos con nada más».
El presidente tiene previsto visitar la isla el martes. El viernes, Trump prometió ayudar Puerto Rico en la recuperación, diciendo que la isla «es completamente incapaz» de manejar la catástrofe y agregando que las cosas van, «como saben, muy bien».
«Hemos logrado avances tremendos», dijo Trump. «Tenemos que reconstruir. Si ves, lo eléctrico desapareció, los caminos desaparecieron, las telecomunicaciones desaparecieron. La pregunta verdadera es ¿qué es lo que va a pasar después?»
Trump anunció su visita tras ser criticado por no tuitear sobre la crisis puertorriqueña durante días. Cuando lo mencionó el lunes, habló de la «quebrantada infraestructura y enorme deuda» de la isla. Agregó que la red eléctrica estaba en «condiciones terribles» y que «lamentablemente, se tenía que abordar la deuda de miles de millones de dólares que tiene con Wall Street y los bancos».
Los puertorriqueños han sido reconocidos como ciudadanos estadounidenses por un siglo. La mayoría de ellos _unos 5 millones_ viven en Estados Unidos, mientras que cerca de 3,4 millones viven en la isla.
Los puertorriqueños que viven en territorio continental pueden votar por presidente, pero no así los isleños, y tampoco tienen representación con voto en el Congreso federal.
Los legisladores latinos han sido los más críticos por lo que describen como una respuesta lenta del gobierno. Ocho legisladores, muchos de ellos latinos, enviaron una carta al Departamento de Seguridad Nacional en la que vinculan la crisis actual de Puerto Rico con problemas mayores de supervisión federal.
Exhortaron a la dependencia a relajar las restricciones al transporte marítimo por un mayor tiempo, y pidieron que no se pida a Puerto Rico compartir los costos de recuperación de conformidad con las normas federales.
“Al pueblo de Puerto Rico se le han negado por mucho tiempo los mismo beneficios que se otorgan a los ciudadanos estadounidenses”, dice la carta. “Hoy, lo que está en juego es simplemente demasiado”.
María azotó Puerto Rico el 20 de septiembre como huracán de categoría 4, el más fuerte en la isla en un siglo. Por lo menos 16 personas murieron. Casi todos en la isla perdieron el suministro eléctrico y la mayoría se quedó sin agua.
Carmen Febo San Miguel, una doctora de Filadelfia, dijo que siguió la cobertura que dio la prensa a los huracanes Harvey, Irma y María en el último mes, incluyendo un teletón para víctimas de Harvey que recaudó millones de dólares.
“Si Puerto Rico fuera un estado de Estados Unidos, la respuesta sería muy diferente”, dijo Febo San Miguel. “Somos compatriotas. La situación ha puesto de relieve cómo los puertorriqueños son tratados como extranjeros”.
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