junio 23, 2024
Publicidad

Sepultan a Citla, perro alpinista de Pico de Orizaba

septiembre 30, 2017 | 1132 vistas

Redacción El Diario.-

El perro que fuera ícono del volcán más alto de México, Citla fue sepultado en la parte alta del que fuera su hogar los últimos años, Pico de Orizaba.

Lo acompañó un grupo de más de 50 personas a su última morada ubicada a cuatro mil 100 metros sobre el nivel del mar.

Los presentes viajaron desde Veracruz, Puebla y Tlaxcala para despedir al perro criollo que era considerado el Ángel Guardián de la Montaña, pues durante su vida acompañó a decenas de alpinistas tanto en la cara norte como en la cara sur del volcán.

El cortejo partió de Ciudad Serdán hacia la parte alta de la montaña, la lluvia y neblina se hizo presente hasta que arribaron a la zona ya conocida como el Valle del Encuentro.

Como si fuera una despedida de la naturaleza para Citla, la nieve empezó a caer justo en el lugar donde sus restos fueron depositados.

El perrito murió la mañana del viernes debido a complicaciones por un tumor en su hígado que provocó retención de líquidos y un cuadro de anemia, por lo que desde hace una semana era tratado médicamente.

Citla desde hace varios años vivía en el Pico de Orizaba, donde se refugiaba en varios sitos:  en la caseta de vigilancia en el Gran Telescopio Milimétricoa, a cuatro mil metros sobre el nivel del mar; en la Cueva del Muerto a cuatro mil 200 metros; y en la parte alta de la montaña a cuatro mil 660 metros.

Era considerado uno de los mejores alpinistas de Mèxico y se «despidió» ayer en sus redes sociales de sus seguidores con un emotivo mensaje.

«Grrrrrr guauuuu ya vamos llegando a la cumbre más alta Diosito me llamo, amigos… voy re contento.. y quiero que ustedes también lo estén… guauuuuuu me llevó muchísimo amor…. desde aquí los veo. Grrrr», escribieron en la cuenta oficial de Facebook.

Su edad exacta se desconocía y la leyenda contaba que un albañil contratado para construir parte del Gran Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano que se encuentra a un costado del Pico de Orizaba, lo llevó a la montaña para que le hiciera compañía.

Testigos relatan que el can se unía a los alpinistas, a quienes seguía en su viaje y se convirtió en el guía de la montaña y en el ángel guardián de las personas que subían al techo de México.

QEPD Citla

Con información de eluniversal.com.mx

Comentarios