Bogotá, 1 Oct (Notimex).- La comunidad internacional debe actuar de forma inmediata para “desactivar la bomba” que significa el cambio climático, cuyos efectos se pueden apreciar en los resultados devastadores de los huracanes, inundaciones y terremotos, cada vez con mayor intensidad.
El científico Nigel D. Paul, quien participó en esta capital en el primer Congreso Internacional para la gestión de sustancias agotadoras de la capa de ozono y su contribución de la estabilidad climática, calificó como “una bomba lenta” el cambio climático, un fenómeno que cada vez se agudiza más en el mundo.
“Es una bomba lenta, pero es una bomba y va explotar eventualmente y entre más se espere para desactivarla habrá más riesgo y hay que actuar para desactivarla ya”, dijo a Notimex Paul, quien es uno de los más importantes expertos en temas relacionados con la capa de ozono y el cambio climático.
El científico reiteró que “hay que actuar pronto para desactivar esa bomba”, pero admitió que es más difícil concientizar a la población de los riesgos del cambio climático, que la ruptura de la capa de ozono, que en 30 años del Protocolo de Montreal, se ha logrado recuperar de manera significativa.
Explicó que la gente “logró entender el agotamiento de la capa de ozono por dos razones fundamentales: la primera fueron las imágenes que vieron hace 30 años. Era muy claro y contundente el agujero y segundo, la gente identificó el hueco y comprendieron que podía afectar su salud, en especial el cáncer de piel”.
“Pero con el cambio climático es más complicado porque no tenemos una imagen única que podamos proyectar y que muestre de forma convincente el daño para la gente. Podemos hablar de dos o cuatro grados de calentamiento, pero que significa esto para cada una de las personas, es bastante complicado”, sostuvo.
La sensibilización no es solo para la gente del común sino para las clases políticas y varios gobernantes en el mundo, como es el caso del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien no está convencido de los riesgos que tiene para la humanidad el cambio climático o de la protección de la capa de ozono.
El problema está -subrayó- en “que le significa a cada una de las personas, que le significa esto al presidente Trump -por ejemplo- esto es lo más complicado. No tenemos unos vínculos sencillos para explicar cómo afecta a cada individuo el calentamiento global”.
“Los políticos no quieren creer y tenemos que seguir diciéndolo hasta que crean porque las evidencias científicas están ahí, son reales y no hay ninguna duda”, enfatizó el experto, quien tiene confianza que los fenómenos recientes como los huracanes y las inundaciones en diferentes regiones del mundo, sirvan para “comenzar a convencer” a la gente y a los sectores políticos y de poder.
Para el científico estadunidense, quien es copresidente del Grupo de Evaluación de Efectos Ambientales del Protocolo de Montreal, existen unas interacciones importantes entre el agotamiento de la capa de ozono y el cambio climático.
“El cambio climático puede hacer que el agotamiento de la capa de ozono sea algo más serio, más complejo. Pero lo más importante ahora es el efecto del agotamiento de la capa de ozono sobre la Antártida”, subrayó.
Reiteró que el “punto más importante en este momento es como el agujero de la capa de ozono en la Antártida afecta el clima en el hemisferio sur. Ahora sabemos que el agujero de ozono afecta la forma en que circula la atmosfera y esto tiene un efecto sobre la lluvia y la temperatura”.
Pero a la vez genera efectos sobre la “producción de los cultivos y los ecosistemas debido a que el ozono cambia la circulación de la atmosfera y esto afecta todos los sistemas”.
El mundo científico desde hace varios años estudia la conexión del cambio climático entre océanos, lluvias, erupciones volcánicas, tsunamis y terremotos.