México, 3 Oct (Notimex).- Durante el mes de octubre, la Administración Nacional de la Aeronáutica y del Espacio (NASA por sus siglas en inglés) realizará vuelos estratégicos bajo el agujero de la capa de Ozono Antártico, para profundizar los estudios de los efectos que generan los gases que la deterioran.
En su portal de Internet, la NASA expuso que dichos vuelos forman parte de la misión Tomografía Atmosférica (ATom por su acrónimo en inglés) para estudiar los gases atmosféricos y los efectos de la contaminación en todo el mundo.
Con más de 20 instrumentos científicos que muestran el aire que rodea a la aeronave, la misión ATom busca responder a las preguntas sobre los gases de efecto invernadero y la contaminación que circulan dentro y fuera de la atmósfera, así como su trayectoria.
Al respecto, el jefe de Ciencias Atmosféricas en el Centro de Vuelo Espacial Goddard de la NASA, Paul Newman, explicó que el ozono es uno de los más de 200 gases y partículas atmosféricas que están siendo medidos por el equipo científico a bordo del DC-8.
«Estos incluyen los principales gases de efecto invernadero, como el dióxido de carbono, el metano y los óxidos de nitrógeno” y que durante 30 días, a partir del pasado 28 de septiembre, serán estudiados.
Detalló que el vuelo del equipo ATom por debajo del agujero de ozono en la Antártida tendrá lugar en octubre, cuando la capa esté en su estación más delgada, ya que esto permitirá al equipo científico medir directamente los gases y aerosoles que están asociados con la química que crea el «agujero» en la capa de ozono.
En la atmósfera superior, el ozono actúa como un protector solar global, protegiendo la vida en la Tierra de la dañina radiación ultravioleta que puede causar cáncer de piel, cataratas y dañar las plantas.
Cada septiembre y octubre se forma un agujero en la capa de ozono antártico, durante la primavera en el hemisferio sur, provocado por reacciones químicas entre la luz solar y los gases que se acumulan en la atmósfera superior en esta época del año.
La desaparición de la capa protectora de ozono ha sido monitoreada desde el suelo y los satélites, desde su descubrimiento en la década de 1980.