diciembre 13, 2024
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Inicia juicio por muerte de hermano de líder norcoreano

octubre 3, 2017 | 123 vistas

KUALA LUMPUR, Malasia, octubre 2 (Notimex)

Las dos mujeres, acusadas de asesinar en febrero pasado a Kim Jong-nam, hermanastro del líder norcoreano Kim Jong-un, se declararon hoy inocentes, al comienzo del juicio en el Tribunal Superior de Malasia.

La ciudadana indonesia Siti Aisyah, de 25 años de edad, y la vietnamita Doan Thi Huong, de 29 años, afirmaron este lunes ante el juez Azmi Ariffin del Alto Tribunal de Sham Alam, ubicado a las afueras de Kuala Lumpur, que no eran culpables de la muerte de Kim Jong-nam.

A través de intérpretes, las dos mujeres negaron haber querido cometer un asesinato y reiteraron lo que han afirmado desde su detención hace más de cinco meses: que las engañaron y que creían que estaban participando en un programa de televisión de bromas de “cámara oculta”.

Aisyah y Thi Huong fueron arrestadas pocos días después del asesinato de Kim Jong-nam, ocurrido el 13 de febrero en la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de Kuala Lumpur (KLIA2), cuando se disponía a tomar un vuelo hacia Macao.

El hermanastro del líder norcoreano falleció en camino a un hopital, luego de que las mujeres le rociaron en el rostro un agente neurotóxico, VX, una versión altamente mortal del gas sarín.

Pese a que las mujeres afirman que fueron engañadas al creer que estaban participando en una broma para un programa de televisión, el fiscal Muhamad Iskandar Ahmad afirmó que cuenta con detalles de su asesinato.

“Yo voy a presentar la prueba de que la víctima estaba en la sala (de salidas del Aeropuerto Internacional de Kuala Lumpur) cuando Siti Aisyah y Doan Thi Huong se le acercaron y le lanzaron el líquido envenenado en el rostro y en los ojos”, afirmó Iskandar en la audiencia.

Después de que las acusadas escucharon los cargos en su contra en sus respectivas lenguas de origen y las declaraciones del fiscal, el juez llamó al primer testigo de los hechos: Kpl Mohd Zulkarnain Sanudin, de 31 años, un policía de la Terminal 2 del Aeropuerto Internacional de Kuala Lumpur (KLIA2).

Durante su comparecencia ante la Corte Suprema de Justicia, el uniformado narró que el hombre le pidió apoyo para hacer un reporte policial después de que su rostro hubiera sido sofocado con una sustancia desconocida, ahora identificada como el agente nervioso VX.

Zulkarnain, cuyo trabajo es patrullar el aeropuerto, dijo que el hombre vino a él junto con una mujer llamada Juliana, que trabaja en el mostrador de información del aeropuerto para denunciar lo ocurrido.

Recordó que no podía entender al hombre, pero que vio claramente que había líquido en su cara y sus ojos estaban un poco rojos. “Ella dijo que había sido sofocado con algo en su cara por dos mujeres”, añadió, según un reporte del diario The Star en línea.

El policía dijo que el hombre quería ir a una clínica primero antes de presentar un informe de lo ocurrido, “así que lo llevé al nivel dos, a Klinik Menara”, dijo en referencia al servicio de emergencias en el interior del aeropuerto.

Zulkarnain indicó que mientras caminaban fuera del ascensor en el nivel dos, el hombre le dijo en un inglés simple y entrecortado: “Señor, camine despacio, mis ojos borrosos, no puedo ver”, entonces “le abrí la puerta para que entrara en la clínica y espere afuera”.

Sin embargo, al cabo de unos momentos, vio al personal de la clínica movilizándose para un tratamiento de emergencia. “Entré para ver lo que estaba sucediendo y vi que el hombre estaba inconsciente en una silla, mientras se le suministraba un tratamiento de urgencia”, añadió.

El testimonio de Zulkarnain es el primero de entre 30 y 40 testigos, entre ellos diez expertos, que fueron citados para comparecer en el juicio, que se prevé se extenderá durante dos meses.

El caso provocó una grave crisis diplomática entre Corea del Norte y Malasia, uno de los pocos aliados de Pyongyang, ya que Kuala Lumpur responsabilizó directamente al régimen norcoreano de la muerte de Kim Jong-nam.

En respuesta, Corea del Norte expulsó al embajador de Malasia en Pyongyang, que causó que Kuala Lumpur hiciera lo mismo con el representante diplomático norcoreano. La tensión se redujo cuando Malasia aceptó entregar el cuerpo de la víctima a Corea del Norte.

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