Alfredo Guevara.-
Cd. Victoria, Tam.- A petición de las autoridades de los Estados Unidos, bajo secrecía se realizó la audiencia entre el juez de distrito especializado Raymundo Serrano Nolasco y el ex gobernador de Tamaulipas Eugenio Javier “N”, donde se daría lectura a la nota diplomática de la petición de extradición internacional.
La audiencia tuvo un primer receso, a petición del inculpado y avalado por el Juez, con el objeto de que pudieran llegar los abogados defensores del ex gobernador, pues el avión en que se trasladaban desde la Ciudad de México al aeropuerto de esta Capital no podía aterrizar, por un problema de neblina.
Tras el receso, finalmente Eugenio Javier “N” aceptó a los defensores de oficio, a los que de acuerdo al nuevo Sistema Penal Acusatorio tiene derecho, al no llegar su defensa particular.
Poco antes de las once la mañana llegó el abogado Juan Jorge Olvera, ya iniciada la audiencia, quien en forma apresurada ingresó al edificio que alberga las oficinas del Centro de Justicia del Poder Judicial de la Federación (PJF).
Desde la reanudación de la audiencia, ya no se permitió el acceso a quienes representan los medios de comunicación, ni a la sala uno donde se llevaría la diligencia, como tampoco a la dos, en la que se transmite por circuito cerrado.
Sin embargo, se supo que en la misma se dio lectura al mandamiento judicial con fines de extradición internacional que existe en contra de Eugenio Javier “N”, por delitos de asociación delictuosa para lavar dinero, operar un negocio de envío de dinero sin licencia y asociación delictuosa para cometer fraude bancario.
Antes, en la primera audiencia abierta, un ministerio público de la Procuraduría General de la República (PGR) comentó que el plazo de 60 días naturales que tiene Estados Unidos para reclamar en extradición al ex gobernador empezó a correr desde el martes 17 de octubre.
El ex gobernador lucía bien su semblante. Llegó a la Sala del Juzgado federal con una sonrisa discreta. Vestía con su atuendo favorito: pantalón de mezclilla y camisa blanca. Saludó amable, se veía más delgado, preocupado, pero sin ser muy expresivo, se sentó y comenzó la audiencia.