JERUSALÉN, Israel, octubre 19 (Notimex)
El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamas) rechazó este jueves deponer las armas y condenó la injerencia de Estados Unidos en los asuntos del futuro gobierno de unidad palestino.
En una reacción a las declaraciones de un enviado del presidente estadounidense Donald Trump, que esta mañana exigió el desarme de Hamas y el reconocimiento de Israel de parte del Gobierno de unidad, Bassem Naim, un funcionario de Hamas, acusó a Washington de “interferencia flagrante” en asuntos palestinos.
Jason Greenblatt, el representante especial del Presidente estadounidense para las negociaciones internacionales, consideró que cualquier gobierno palestino debe, entre otras cosas, reconocer a Israel y desarmar a Hamas.
Sin embargo, Naim rechazó esas peticiones y dijo que Greenblatt se inclinó ante la presión de la administración del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, que se ha pronunciado en el mismo sentido.
“Esta declaración viene bajo la presión del Gobierno de extrema derecha de Netanyahu y está en línea con la declaración de Netanyahu de hace dos días”, indicó el funcionario de Hamas, según un reporte del diario Jerusalem Post en línea.
En una reunión con su gabinete el martes pasado, Netanyahu dijo que Tel Aviv no entablaría negociaciones con un futuro Gobierno de unidad palestino que cuenta con el respaldo de Hamas, si antes el grupo islamista no entrega las armas.
“Es el derecho de nuestro pueblo a elegir su gobierno de acuerdo con sus supremos intereses estratégicos”, subrayó Naim.
La semana pasada Hamas y el grupo nacionalista al Fatah del presidente palestino Mahmoud Abba firmaron en El Cairo un acuerdo de reconciliación, que incluye la integración de un Gobierno de unidad palestino.
Conforme a ese convenio, los movimientos permitirán al régimen encabezado por el primer ministro Rami al-Hamdallah operar en todos los territorios palestinos, Franja de Gaza, Cisjordania y Ramallah y crear un gobierno de unidad a más tardar el próximos uno de diciembre.
Ese futuro Gobierno se encargará además de la administración de todos los cruces fronterizos en la región y la seguridad, por lo que el acuerdo contempla el despliegue de tres mil policías de la Autoridad Palestina (AP) cerca de los pasos con Israel y Egipto.