BEIRUT (AP) — Los cuerpos de al menos 67 civiles sirios, muchos de ellos víctimas de ejecuciones sumarias por parte de grupo extremista Estado Islámico, aparecieron en una localidad del centro de Siria recuperada durante el fin de semana por las fuerzas gubernamentales, dijeron activistas el lunes.
Las primeras noticias sobre el macabro hallazgo en la localidad de Qaryatayn, en la provincia de Homs, aparecieron el domingo por la noche. El número de fallecidos podría aumentar.
Algunos de los fallecidos fueron abatidos en la calle mientras los extremistas de EI se retiraban de la localidad, ajusticiados por ser sospechosos de trabajar con el gobierno, según activistas. Al menos 35 de las víctimas recibieron disparos y fueron arrojadas a un pozo.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, dijo que documentó el asesinato de al menos 128 personas en Qaryatayn durante los días en los que la milicia radical controló la localidad.
El sábado, tropas sirias y milicias aliadas recuperaron el control de Qaryatayn, que estuvo en manos de EI durante tres semanas. El Central Military Media sirio, gestionado por el gobierno, dijo entonces que el ejército de Damasco y sus aliados restauraron la seguridad y la estabilidad en Qaryatayn tras expulsar a los radicales.
El director del Observatorio, Rami Abdurrahman, calificó lo ocurrido en la localidad como una «masacre».
El Comité de Coordinación de Palmira, dirigido por activistas, publicó los nombres de 67 civiles fallecidos y apuntó que es probable que el número de víctimas mortales aumente. Al 35 recibieron disparos y fueron arrojados a un pozo profundo, agregó.
El gobierno de Damasco no realizó comentarios de inmediato sobre el hallazgo de los cuerpos en Qaryatayn.