diciembre 12, 2024
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octubre 23, 2017 | 590 vistas

Aiza Pérez.-

El motivo de que estemos en este mundo es por algo, y por encontrar el don que uno tiene, saber para qué nació e inmediatamente compartirlo, es el caso de Óscar Eduardo Fraustro Vélez, mejor conocido como “El Mago Marloni”, el cual encontró ese don en sus manos al realizar magia e ilusionismo desde muy pequeño.

Oriundo de la Capital tamaulipeca, Óscar Eduardo nació en mayo de 1964 y creció en un ambiente rodeado de arte, ya que su madre fue pintora y sus hermanos músicos, se considera una persona muy seria y muy tímida, pues cuando era niño fue introvertido, pero “gracias al Mago Marloni salió ese yo que tengo adentro, salió un magicomediante, el Mago Marloni es el que sale a los escenarios, Óscar Eduardo es el que está nervioso detrás del escenario”, dice.

PRIMER ENCUENTRO CON LA MAGIA

En marzo de 1969, con tan solo cuatro años de edad, Óscar Eduardo tuvo su primer encuentro con este arte cuando visitó la Tienda Mágica del Mago Cham’s, en la Ciudad de México, recibió una baraja por parte de un mago y ahí se dio cuenta que su destino era ser mago, “pues a qué niño no le llama la atención el ilusionismo y la magia”, comenta.

Fue una época infantil difícil la que tuvo Óscar Eduardo, pues comentó para El Diario de Ciudad Victoria, que de niño contó con carencias económicas y familiares, además lo más difícil al adentrarse a este mundo “mágico” era conocer a otros magos que pudieran compartir sus trucos con él, pues a principios de los 70’s en Tamaulipas había uno o dos magos, en Nuevo León otros tres, lo que lo llevó a acercarse a la Ciudad de México con otros magos.

Él estaba listo para comenzar, pero necesitaba que los otros magos creyeran en él para que le revelaran sus secretos, que confiaran en él “para que vieran en mí alguien que podía exponer la magia como dignamente debería de ser en todo el país”.

Su meta se hizo realidad, pues comenzó a convivir y a recibir consejos de los grandes magos como Chen Kai, Tihany, Paco Miller, Beto el Boticario, Laurenti, Azteca, Delhi, Mago Frank del Conejo Blas, entre otros.

Años después Marloni se adentra en el mundo de la “Reina de las Artes”, la magia, como le llaman sus seguidores, pues comienza a experimentar, estudiar, conocer, practicar y hacer magia, además estudió teatro, actuación, pantomima y expresión corporal.

 

SU DEBUT COMO MAGO MAROLNI

Óscar Eduardo quizás no era el nombre ideal para un mago, por lo que tuvo la necesidad de crear un nombre artístico; su decisión fue Marloni, el cual armar las consonantes es las mismas de Merlín.

El gran debut como “El Mago Marloni” lo realizó en mayo de 1979, con tan solo 15 años de edad, Óscar Eduardo salió a escena en un evento masivo para celebrar el Día de las Madres, en la Escuela Secundaria Número 31 “Francisco J. Montemayor Martínez, en Monterrey, Nuevo León, donde cursaba el segundo grado.

A partir de esa presentación masiva comienza su carrera profesional, al empezar a actuar en eventos privados y públicos, donde su principal objetivo es divertir, entretener y hacer pasar un rato inolvidable a niños, jóvenes, adultos y abuelitos.

 

GRANDES OPORTUNIDADES COMO MAGO

En su tiempo, Marloni conoció al mago Chen Kai, el cual está reconocido como el mago latinoamericano más famoso de todos, pero, sin duda, su mejor oportunidad como mago, dijo, es haber estado participando en el programa infantil del payaso Pipo.

“Fue una suerte tremenda, pues cuando yo estaba estudiando en el Instituto de Artes Interpretativas, escuela perteneciente a la Asociación Nacional de Actores (ANDA) en Monterrey, Nuevo León, tenía un maestro llamado Juan Ramón Garza, el cual era conductor de televisión y me llevó al canal para que hiciera magia en el programa, el estudio estaba apagado, solo una luz al centro, con cámaras sin camarógrafos”, nos platicó mientras recordaba esa imborrable experiencia.

Al terminar su acto, vio a una persona sencilla, a un caballero, el cual se acercó y le dijo “serás parte del talento artístico del programa”, él sin saber quién era le agradeció, pero fue su maestro Ramón Garza el que le dijo que era el payaso Pipo, pues El Mago Marloni mostraba una cara de confusión al tratar de reconocer su voz, pues el payaso más reconocido del norte del país andaba sin maquillaje.

Comenta que fue una cosa que nunca buscó y da gracias a Dios por haber estado en ese programa, y ha tenido la suerte de estar en diferentes televisoras como Televisa, Multimedios, Cablevisión y NBC del Valle de Río Grande, EU, en donde lleva sus trucos de magia a través de secciones, en entrevistas y presentaciones.

 

FALTAN MAGOS EN TAMAULIPAS

Al preguntarle qué le diría Óscar Eduardo al Mago Marloni, éste hizo una pausa, comentando que necesita trabajar más, pues dice que aún faltan cosas por hacer, como llevar a Tamaulipas más lejos en este maravilloso mundo de la magia, pues comenta que tan solo en Tamaulipas hay cerca de siete magos, siendo además uno de los estados con menos magos ilusionistas en el país.

“Es importante que tratemos de sembrar esa semilla, no pretendo que El Mago Marloni sea famoso, pretendo que deje una huella y, sobre todo, que siembre la semilla en los niños, y no solo en la magia, que se dediquen a la pintura, escultura, música, literatura, me gustaría ver muchos tamaulipecos interesados por la cultura, más apegados a las raíces y rescatar un poco lo que somos”, expresó.

 

APOYO INCONDICIONAL: SU FAMILIA

Conocer a su esposa Ángela y formar una maravillosa familia es lo mejor por lo que ha pasado Óscar Eduardo, pues dice que sus hijos están interesados mucho en la magia, pero no sabe si algún día serán sus colegas.

Considera a su esposa como su cómplice, pues comenta que “es ella la que lleva el ritmo del espectáculo, pues hemos montado muchos shows juntos, sobre todo es la persona que se encarga de decirme ‘la regaste, no hagas esto’, o ‘sabes qué, mira por ahí va la cosa, vamos a hacer las cosas como la ultima vez, vamos bien’, es una crítica tremenda, pero sobre todo es la persona que quiere que todo el mundo conozca al Mago Marloni”, manifestó.

El “Show Safari” fue sin duda el mayor éxito que han diseñado él y su esposa, ya que hizo que se presentaran en diferentes escenarios en el norte de Veracruz, centro de San Luis Potosí, Nuevo León, casi todo Tamaulipas y Guanajuato, mostrando espectáculos por cerca de una hora, mezclando la magia, música y diversión, consolidando su prestigio como un magicomediante.

 

MAGIA POR MÁS AÑOS

El Mago Marloni siempre ha sido un impulsor del arte, pues trata de rescatar lo que él aprendió a través de la televisión (aun cuando era en blanco y negro) y veía en las películas muchos artistas de México fonomímicos, los cuales también eran personas que hacían sus programas sin hablar, causando risas a los espectadores.

Por eso, con 38 años de carrera ininterrumpidos dedicados a la magia y el ilusionismo profesional, siendo él alguien innovador y original en cada show que ofrece, Marloni espera seguir haciendo esto por más tiempo, y espera que el 40 aniversario sea el mejor show de su vida digno de Tamaulipas y México.

“Lo importante aquí es que sepa la gente que con Marloni tienen un amigo, alguien que los puede guiar, y que cuentan con el apoyo del que sabe, no porque sea yo, sino por el tiempo y la experiencia, la cantidad de cosas y la suerte que he tenido por lo que he visto”.

Óscar Eduardo actualmente continúa en el mundo de la comunicación siendo camarógrafo, editor, realizador de televisión, “aparte lavamos, planchamos, cocinamos (bromea) me encanta todo”, y además da talleres de globoflexia, papiroflexia, magia, sabe un poco de pintura y artes plásticas; asimismo, ha creado y decorado sus aparatos de magia.

Sin duda un verdadero artista, haciendo shows temáticos y adaptando los efectos de magia al espectáculo, donde principalmente trata de dejar un mensaje en los niños, para que la gente se olvide de los problemas que tienen, malas experiencias y que durante esa hora (que duran normalmente sus espectáculos) la gente se olvide del mundo, esta historia continuará…

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