Teherán, Irán, 28 Oct (Notimex).- Ahmadreza Djalali, el médico e investigador iraní detenido en Teherán en abril de 2016 bajo la acusación de ser un espía y cuyo caso movilizó la comunidad científica internacional, fue condenado a muerte este sábado, informó la familia.
El fiscal de Teherán, Abbas Jafari-Dowlatabadiha, anunció el martes a medios iraníes la condena a muerte de un «reo» que proporcionó al Mossad, la agencia de espionaje israelí, «la dirección y los teléfonos particulares de 30 importantes personas involucradas en investigaciones y proyectos militares y nucleares».
Aunque el fiscal no reveló el nombre del condenado, los activistas de Amnistía Internacional que siguen el caso aseguraron que se trata de Djalali.
Según Jafari-Dowlatabadiha, la lista incluía a los científicos Massoud Ali-Mohammadi y Majid Shahriari, que murieron en ataques con explosivos en Teherán en enero y noviembre de 2010 que las autoridades persas atribuyeron a Estados Unidos.
De acuerdo con el fiscal, el condenado habría pasado la información a cambio de dinero y ayuda para la obtención de la residencia sueca.
Djalali se doctoró en medicina de los desastres en 2009 en el prestigioso Karolinska Institutet de Suecia y vivía en Estocolmo con su esposa y sus dos hijas.
En el momento de su detención trabajaba para el Centro de Investigación en Medicina de Desastres (Crimedim) de la Universidad del Piemonte Orientale, en Italia.
Su caso desató una masiva movilización de la comunidad científica internacional y la reacción de las autoridades de Italia, Suecia y Bélgica, los países donde Djalali había vivido y trabajado.
Djalali, de 46 años, estuvo encerrado durante siete meses -tres de los cuales en total aislamiento- en la cárcel de Evin en Therán, conocida por ser una de las más duras del país persa.
Según Amnistía Internacional, Djalali fue forzado a confesar frente a una cámara leyendo declaraciones escritas por sus acusadores.