México, 20 Ago (Notimex).- Nacida en Caracas, Venezuela, el 15 de enero de 1960 y con 22 años en el Instituto de Astronomía (IA) de la UNAM, la doctora Leticia Carigi, aseguró que al igual que millones de personas en el mundo, los astrónomos se siguen haciendo la pregunta de si hay vida fuera de la Tierra.
Entrevistada por Notimex, la Investigadora Titular del IA subrayó que hasta este día nadie, en todo el planeta, ha encontrado vida en otro rincón del universo a pesar de que se han realizado infinidad de estudios con esa finalidad. “Tenemos indicadores que nos pueden conducir a concretar el descubrimiento, como conocer los planetas, la estrella en la que rotan y sus atmósferas”.
Los posibles candidatos para pensar que puede darse son, dijo, los planetas Tipo Tierra o los Súper Tierras, «que son más grandes que nuestro planeta. Pero los muy grandes (en el Sistema Solar), como Júpiter o Saturno, son muy gaseosos y la vida no se desarrolla en esas condiciones; el gas, que es demasiado, y sus temperaturas extremas, impiden la vida».
En cuanto a la estrella, añadió, los investigadores han llegado a la conclusión de que debe ser como el Sol o más pequeños. Esos son estudios que realiza el IA de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), que “es un instituto muy bien relacionado con sus similares del resto del mundo”, destacó Carigi al anotar que ella forma nuevos astrónomos en México.
Descubrir si hay o no vida fuera de la Tierra sí es una prioridad para los científicos de la UNAM, aunque no pasa de ser una prioridad como las otras que tienen en su bitácora. Lo que realmente les interesa es conocer y saber más de lo que ya conocen y ya saben. “En ese contexto, mi especialidad, la astrobiología, es una disciplina integradora”, destacó.
Carigi, cuyas áreas de interés y estudio son la cosmoquímica de galaxias cercanas, y la evolución de poblaciones estelares, comentó que astrónomos, biólogos, químicos, físicos, computólogos, especialistas en mares y en suelos, trabajan juntos, cada quien con sus prioridades específicas, “pero todas convergen en la búsqueda de vida extraterrestre”.
El Instituto de Astronomía tiene entre sus objetivos realizar investigación en astrofísica, desarrollar instrumentación astronómica y formar recursos humanos de alta calidad en los niveles de licenciatura, maestría y doctorado. También realiza difusión y divulgación de la astronomía y de la ciencia en general, dijo.
Biólogos (saben cómo se puede originar la vida), geofísicos (saben de los componentes de la Tierra y lo que en ella provoca la vida), especialistas en agua y mar (en la Tierra ahí nació la vida), expertos en suelos (analizan los sitios donde se asienta el agua), químicos (reacciones que dieron origen a la vida) y otros especialistas más tienen ese objetivo, detalló Carigi.
El IA tiene adscritos el Observatorio Astronómico Nacional de San Pedro Mártir, Baja California, y el de Tonantzintla, Puebla, desde donde se hacen investigaciones trascendentales para descifrar uno de los más grandes misterios que la humanidad ha conservado por siglos: la existencia de otros mundos ya habitados, subrayó.
Refirió que en el imaginario popular el astrónomo es un anciano bonachón de 80 años o más, de blanca y larguísima barba, cabello abundante y alborotado, que ataviado con su bata holgada mira a través de sus gruesas gafas, y frente a ellas está la lente de un enorme telescopio, que junto con lápiz y libreta, son todas las herramientas con que cuenta.
La realidad es otra, aclaró, “esa es la imagen romántica y hollywoodesca. Actualmente los astrónomos ya no observamos directamente a través del telescopio, una herramienta que detecta todo y luego pasa la información a una pantalla de computadora, y ahí es donde trabajamos. Una astrobióloga trabaja con computadora, no con telescopio”, indicó.
Carigi, maestra y doctora por el Centro de Investigaciones de Astronomía en Venezuela, puntualizó que el IA cuenta con personal altamente capacitado, tanto que a la fecha tiene detectados tres mil 630 planetas confirmados y unos dos mil por confirmar todavía, “y cada semana se suman uno o dos, todos vecinos del Sol que conocemos”.
Señaló que “mientras más conocimientos tengamos, más independientes económicamente seremos, y al mismo tiempo menos manipulables, por eso vale la satisfacción de aprender”. Sin un solo antecedente científico en su familia, explicó que soñaba con ser astrónoma desde niña, y “el ´Señor Spock´, personaje de ficción de ´Star Trek´, definió mi futuro”.