KABUL, Afganistán, octubre 29 (Notimex)
Insurgentes del movimiento fundamentalista del Talibán irrumpieron durante la noche del sábado y la madrugada de este domingo en varios puestos de la Policía de tres provincias de Afganistán, provocando la muerte de al menos 28 policías y soldados.
“Decenas de insurgentes fuertemente equipados, incluidos rifles de visión nocturna, atacaron tres puestos de control policial y dos bases militares en la carretera que conduce al distrito de Khan Abad, en la provincia norteña de Kunduz”, informó este domingo por la mañana el gobernador provincial, Hayatullah Amiri.
El incidente se registró en la madrugada del domingo, aproximadamente a las 03:00 horas locales, cuando los talibanes tomaron por asalto uno de los puestos de control de la Policía, matando a los 13 oficiales estacionados allí, excepto a uno que huyó y pidió refuerzos.
“No está claro cuántos combatientes talibanes fueron asesinados en respuesta, pero el grupo sufrió muchas bajas en un enfrentamiento armado de dos horas que tuvo lugar en un puesto de control situado en el área de Dokan-e-Adam Khan”, indicó Amiri y agregó que los extremistas tomaron armas y los vehículos militares.
En dos incidentes separados similares, el grupo islamista atacó varios puestos de control policial en las centrales provincias de Zabul y Ghazni, matando al menos a 15 policías e hiriendo a más de diez personas, según funcionarios locales.
“Seis policías y ocho militantes murieron durante un enfrentamiento en el distrito de Arghandab, en el sur de la provincia de Zabul”, indicó el jefe de esa localidad, Amirjan Alokozay.
En declaraciones a la agencia informativa Pajhwok Afghan News (PAN), Alokozay destacó que cientos de militantes lanzaron ataques coordinados contra seis puestos de control cerca del centro del distrito el sábado por la noche.
El funcionario agregó que otros nueve uniformados murieron en un asalto similar en Ghazni.
El portavoz talibán, Zabihullah Mujahed, se atribuyó la responsabilidad de todos los ataques en Kunduz, Zabul y Ghazni, y advirtió que vendrán más.
En las últimas semana, insurgentes del remanente Talibán, que gobernó Afganistán entre 1996 y 2001, tomaron por asalto varias bases importantes de la Policía y el Ejército, así como instalaciones del Gobierno en todo el país, dejando más de 150 policías y civiles muertos, principalmente en Kandahar, donde 58 soldados murieron en el ataque más mortal este año.
Los milicianos incrementaron sus ataques contra las fuerzas de seguridad afganas, después de que el presidente estadounidense Donald Trump anunció que miles de soldados estadounidenses se unirían a los ocho mil 400 desplegados en el país para continuar entrenando y asesorando a las fuerzas afganas y ayudar a combatir a los militantes.