CIUDAD DE MÉXICO, octubre 29 (Notimex)
Sir Paul McCartney ofreció memorable concierto en el Estadio Azteca, ante unas 48 mil 300 personas, como parte de su tour mundial One on One que concluirá en diciembre próximo.
El legendario cantante y músico británico interpretó, durante unas tres horas, casi 40 temas de su repertorio musical que suma más de medio siglo de trayectoria artística en los escenarios internacionales.
A sus 75 años, una de las piedras angulares del desaparecido cuarteto de Liverpool, The Beatles y considerado como uno de los mejores compositores de todos lo tiempos, mostró energía y vitalidad pese a que conforme avanzaba la velada, fue notable una cierta ronquera en su voz.
La noche del sábado se describió inolvidable para aquellos fanáticos de la Beatlemanía, para quienes vieron nacer a Wings o quienes son fieles al solista compositor de éxitos escritos con letras de oro en la historia musical del mundo.
Debido a los recientes sismos que han ocurrido en varias regiones de México, Paul McCartney exclamó: “¡Fuerza México!” en dos ocasiones para alentar a sus habitantes a no bajar la guardia y continuar apoyando a los damnificados en la reconstrucción de sus vidas.
El primer grito lo dio previo a entregar “Maybe I’m amazed” cuando el público lo interrumpió al encender las luces de sus teléfonos móviles y decir su nombre en varias ocasiones. Con guitarra en mano, incorporándose al cántico, ejecutó los acordes del tradicional: “Oléee, oléee” a la par que sus fans agregaban: “Sir Paul, Sir Paul”.
Con el puño en alto, el ídolo mundial arribó al escenario del llamado “Coloso de Santa Úrsula” a las 21:20 horas para iniciar la presentación de su quinta visita musical a México. Esta vez fue mediante los éxitos “A hard day’s night” y “Save us”.
“Hola, México. Buenas noches. Vamos a cantar viejos temas, unos nuevos y otros más. Esta noche vamos a tener fiesta”, expresó a manera de bienvenida ante seguidores de todas las edades. Ahí estaban sus contemporáneos, los jóvenes, adolescentes y hasta niños acompañando a sus padres o abuelos.
Después de fascinar con “Can’t buy me love”, tema que popularizó al lado de The Beatles, pronunció: “Muchas gracias. Esta noche voy a tratar de hablar un poquito de español”. Fue un detalle que los asistentes aplaudieron y muchos de ellos asistieron disfrazados de calaveras, alusivas a la próxima celebración del Día de Muertos en México.
“México, te amo”, pronunció mientras hacía con sus manos la forma de un corazón en sinónimo de que se lo entregaba al pueblo de este país. Fue el preámbulo para “Nineteen hundred and eighty-five”, que llevó a la fama al lado de su grupo Wings.
A paso relajado y jovial, el caballero real de Gran Bretaña se paseaba por el monumental escenario y luego de “We can work it out” advirtió que a continuación regresaría en el tiempo. “Es la primera canción que los Beatles grabamos: ‘In spite of all the danger’”, y que por vez inicial suena en vivo con esta gira.
“Escribí esta canción para mi carnal John (Lennon)”, expresó antes de los acordes de “Here today” para dar paso a las del más reciente disco: “Queenie eye” y “New” con Paul de nuevo frente al piano.
En el repertorio siguieron “Lady Madonna”, “Four five seconds”, “Eleanor Rigby”, “I wanna be your man” y “Being for the benefit of Mr Kite” para luego tomar el ukelele y recordar a través de “Something” al fallecido ex Beatle, George Harrison.
De nuevo al piano y mientras que de las gradas se emitían luces, interpretó “Let it be” que concluyó con un agradecimiento y otra vez “¡Fuerza, México!”.
“Live and let die” dio paso a la explosión de fuegos artificiales en tanto que “Hey jude” convirtió al imponente recinto en un coro de más de 48 mil almas entonando el clásico “Na, na, na” a la par que él ondeaba las banderas de México, Estado Unidos, Gran Bretaña y la comunidad gay.
El concierto de Paul McCartney finalizó a la medianoche con “Golden Slumbers” y de nuevo los sorprendentes fuegos artificiales que iluminaron el cielo, aunque no sin antes destacar su agradecimiento por una noche fantástica.