diciembre 14, 2024
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noviembre 6, 2017 | 150 vistas

Alfredo Guevara.-

Cd. Victoria, Tam.- Por lo menos tres millones 500 mil pesos erogó el Gobierno del Estado en la compra e instalación de las barras de control, como en las tarjetas de identificación que cuentan con un chip, para poner orden en el ingreso y salida del personal que labora en la Torre Bicentenario.

El secretario de Administración, Jesús Nader Nasrallah, adelantó que este sistema de identificación electrónico, iniciado en una primera etapa en la Torre Bicentenario, se hará extensivo a otros edificios del Gobierno, la Secretaría de Salud, y la de Educación, entre otros.

La idea es que los edificios públicos del Gobierno, donde se concentra una gran cantidad de trabajadores, cuenten con este tipo de dispositivos, con los que se pretende poner orden en los empleados y en las personas que ingresan y salen.

“Había mucha gente que entraba a su disposición y con ello estamos seguros que vamos a llevar un mejor control también de accesos, eso va a registrar las veces que entran y sale el personal de la Torre Bicentenario y va a haber menos tráfico, sobre todo en el uso de los elevadores”, aseveró.

Si bien las barras de control de acceso ya se encuentran colocadas en la planta baja de la Torre Bicentenario, todavía están en periodo de prueba, de tal manera que Nader Nasrallah estimó que a mitad de semana podrían entrar en funcionamiento.

Adujo que el propósito de iniciar en la Torre Bicentenario con este moderno sistema, que controla ingreso y salida del personal a través de un chip que viene en la credencial de empleado, es porque ahí se concentra la mayor cantidad de personal.

Y es que en la Bicentenario están las dependencias de Administración, Contraloría, Secretaría del Trabajo, Desarrollo Rural, Turismo, Bienestar Social, Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, entre otras, con una importante cantidad de trabajadores.

Convino en que muchas de las veces, al no haber control entre empleados y personas que acuden a la Torre Bicentenario, los elevadores se saturaban y eso ocasionaba retraso en aquellos trabajadores que debían subir o bajar para cumplir con la encomienda enmarcada en el ejercicio de sus funciones.

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