La ola de denuncias por acoso y abuso sexual cada vez se vuelve más grande, abarcando no solo Hollywood, sino también la industria musical. A pesar de que hasta el momento todos los implicados habían sido hombres, Mariah Carey se acaba de convertir en la primera mujer acusada por presuntamente llevar a cabo dichas prácticas.
Michael Anello, un ex guardaespaldas que trabajó bajo sus órdenes hasta el pasado mes de mayo, denunció haber sufrido acoso sexual y humillaciones constantes por parte de la cantante.
Según el miembro de seguridad, fue durante un viaje a Cabo San Lucas, en México, cuando la cantante lo llamó a su habitación para que la ayudara a mover su equipaje. Cuando él llegó, ella vestía solo una bata transparente abierta.
Anello aseguró que intentó retirarse pero que ella insistió en que moviera el equipaje. Finalmente él logró salir de la habitación y no hubo contacto físico.
Además de lo anterior, también acusa a Mariah de humillarlo constantemente llamándolo “nazi, cabeza rapada, miembro del Ku Klux Klan y supremacista blanco”, y no solo a él, pues Anello dice que se refería así a todo el grupo de seguridad de la compañía y agrega: “quería estar rodeada sólo de hombres negros, no personas blancas”.
Según el abogado de Anello la demanda no ha sido levantada para que este conflicto pueda solucionarse entre ambas partes en privado y evitar tener que ir a la Justicia.
Asimismo, los representantes legales de la cantante afirman que ya se encuentran negociando con la parte acusadora. Mariah habría aceptado pagar la deuda que tiene con la compañía de seguridad de Anello luego de trabajar para ella desde junio de 2015 hasta mayo de 2017; aparentemente quedó una cifra de 221 mil 329.51 dólares pendientes, sin embargo él no está satisfecho con dicha cantidad puesto que le habían prometido dos años más de contrato, por lo que exige una suma de 511 mil dólares.
Los mismos miembros del equipo de Carey aseguraron no estar informados sobre la acusación de acoso sexual contra ella.