diciembre 14, 2024
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noviembre 9, 2017 | 147 vistas

SAN FRANCISCO (AP) — Agentes rusos clandestinos en Twitter se apresuraban a ocultar las noticias escandalosas sobre Donald Trump poco antes de las elecciones presidenciales del año pasado a la vez que trataban de concentrar las críticas en la prensa y la campaña de Hillary Clinton, reveló un análisis de The Associated Press de cuentas borradas luego de la red social.

El 17 de octubre de 2016, tuits de cuentas con respaldo ruso tales como «America_1st_» y «BatonRougeVoice» trataron activamente de desviar la atención de una grabación de audio en la que Trump hacía comentarios groseros sobre el manoseo de mujeres, y en cambio destacaron correos electrónicos perjudiciales robados al jefe de la campaña de Clinton, John Podesta.

Desde principios de este año, la magnitud de la injerencia rusa a favor de Trump y en perjuicio de Clinton en las elecciones ha sido objeto de indagaciones del Congreso y una investigación criminal a cargo del fiscal especial Robert Mueller. Ambas indagan sobre todo en la posibilidad de confabulación entre la campaña de Trump y los rusos.

El análisis de la AP echa luz sobre la estrategia detrás de la ciberintrusión rusa: reaccionar rápidamente, distorsionar, distraer la atención de cualquier noticia perjudicial para Trump.

La AP examinó 36.210 tuits del 31 de agosto de 2015 al 10 de noviembre de 2016 publicados por 382 de las cuentas rusas entregadas por Twitter a los investigadores legislativos la semana pasada. La empresa desactivó las cuentas, borró los tuits y los volvió inaccesibles en internet. Pero se pudo recuperar una selección de la actividad de las cuentas de Twitter al compulsar los nombres de las cuentas con un archivo obtenido por la agencia.

“La prensa establecida ha vuelto a publicitar la grabación de Billy Bush… ¿Por qué no dicen a los estadounidenses como Hillary defendió a un violador y se rió de su víctima?”, tuiteó la cuenta America_1st_, que tenía 25.045 seguidores, de acuerdo con los metadatos en el archivo. El tuit salió el 7 de octubre por la tarde, pocas horas después que el diario The Washington Post publicó en exclusiva la historia de los comentarios de Trump a Bush, entonces presentador de “Access Hollywood”, en los que dice que “si eres una estrella, te permiten” besar, manosear y tratar de tener sexo con mujeres.

Una hora después de la historia del Post, WikiLeaks lanzó su propia bomba sobre los correos robados a Podesta, que las cuentas rusas venían anticipando desde días antes.

«Assange y WikiLeaks anuncian difusión de documentos antes de elecciones estadounidenses”, tuitearon «SpecialAffair» y «ScreamyMonkey», un segundo después del otro, el 4 de octubre. «SpecialAffair», una cuenta que se describe como “un fanático de la política” tenía en ese entonces 11.255 seguidores. «ScreamyMonkey» que se autodenomina «recopilador de noticias de vanguardia”, tenía 13.224. Las cuentas fueron creadas unos tres días después de la otra a finales de diciembre del 2014.

Twitter entregó los datos referentes a 2.752 cuentas que identificó como procedentes de la Agencia de Investigaciones Rusa a los investigadores del Congreso estadounidense poco antes de que los ejecutivos de la empresa fueran interpelados el 31 de octubre y el primero de noviembre. La empresa dijo que el 9% de los tuits tenían que ver con las elecciones, pero no publicó los contenidos de esos tuits.

Ello quiere decir que el archivo obtenido por la AP es el documento histórico más detallado hasta ahora sobre la actividad rusa en Twitter en la antesala a las elecciones del 8 de noviembre del 2016. Las normas de la red social establecen que los clientes que coleccionen tuits de cuentas suspendidas deben borrarlos lo más pronto posible, a menos que hacerlo viole la ley o a menos que Twitter les otorgue una exención. Es posible que la permanencia de esos tuits en el archivo conseguido por la AP haya violado esa normativa.

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