RANCHO TEHAMA RESERVE, California, EE.UU. (AP) — La esposa de un hombre que mató a tiros a varias personas en un poblado del norte de California fue hallada muerta dentro de su casa, informaron el miércoles las autoridades, con lo que la cifra de víctimas fatales ascendió a cinco.
Los detectives hallaron el cuerpo de la esposa de Kevin Janson Neal, oculto debajo del piso. La hipótesis es que ella fue la primera víctima de la matanza, dijo el subcomisario del condado de Tehama, Phil Johnston.
Neal mató a tiros a cuatro personas más e hirió a 10 en distintos lugares de la comunidad rural de Rancho Tehama Reserve. Fue luego abatido por la policía.
En el momento del ataque, el pistolero estaba libre bajo fianza tras haber sido acusado de apuñalar a un vecino. Otros se habían quejado ante la policía de que él solía disparar sus armas desde su vivienda y el día anterior, otro llamó a la policía acusándolo de violencia doméstica.
Pese a este antecedente, Kevin Neal pudo usar un fusil semiautomático y dos pistolas el martes para herir a 14 personas en siete lugares distintos en su comunidad rural, incluida una escuela primaria, antes de caer abatido en un enfrentamiento con la policía.
Documentos judiciales revelaron que el agresor no tenía permitido poseer armas, como parte de una orden de distanciamiento.
Se desconoce cómo Neal consiguió las armas que disparaba en su propiedad en el extremo de un camino de tierra en Rancho Tehama Reserve. La comisaría tampoco brindó detalles sobre la denuncia por violencia doméstica.
Pero sus numerosos roces con la justicia suscitan la interrogante de por qué estaba en libertad y en condiciones de protagonizar un arranque de violencia de 45 minutos de duración.
Dos de sus vecinos fueron asesinados, aparentemente por venganza, antes de que Neal saliera a buscar víctimas al azar.
Los vecinos relataron que con frecuencia eran testigos de la conducta errática en esa vivienda.
“Se escuchaba un griterío, ese tipo es un desquiciado”, expresó Cristal Caravez, una vecina.
Añadió que se escuchaban los disparos desde esa casa, “de día, de noche, a todo momento”.
Ella y su padre Juan Caravez, presidente de la asociación vecinal, dijeron que los vecinos solían llamar a la comisaría cuando Neal disparaba sus armas, pero ésta refería las quejas a la asociación.
“El comisario se negaba a hacer nada al respecto”, dijo Juan Caravez.
La hermana del agresor, Sheridan Orr, dijo que Neal padeció trastornos mentales toda su vida y en ocasiones se volvía violento. Neal “no debía tener armas”, dijo la hermana.
El atacante estaba acusado de haber agredido a una vecina, la que había obtenido una orden de restricción que le prohibía acercarse a ella, dijo Johnston. No hizo declaraciones sobre el hecho de que el agresor estaba en posesión de armas.