diciembre 12, 2024
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noviembre 15, 2017 | 148 vistas

SARPOL-E-ZAHAB, Irán (AP) — Sobrevivientes del terremoto en Irán esperan la llegada de la necesaria ayuda tres días después de que un potente sismo en la frontera con Irak mató a más de 530 personas y causó miles de heridos.

En medio de demoras en la entrega de ayuda, se registraron alteraciones del orden público en algunos lugares donde se distribuían suministros. Familias que no habían sido afectadas por el sismo se llevaron parte de los materiales de ayuda en rápidas incursiones, según las autoridades.

La policía dijo haber desplegado agentes para asegurar el reparto y evitar más situaciones caóticas.

Muchos en la localidad kurda de Sarpol-e Zahab, donde se registraron la mitad de las víctimas mortales del movimiento telúrico, dicen que todavía no han recibido ayuda suficiente y que necesitan colaboración para retirar los escombros e intentar entrar a sus dañadas casas para recuperar algunas de sus pertenencias de primera necesidad.

Según reportes, en la zona se han distribuido más de 12.000 tiendas, aunque más de 30.000 casas se vieron afectadas por el temblor, y de ellas 15.500 quedaron completamente destrozadas. La retirada de escombros se espera que termine en los próximos 10 días.

El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, pidió el martes en la noche que no se frene la llegada de ayuda ante el “frío y la difícil temporada de invierno”.

Las autoridades iraníes atribuyeron en parte la lentitud en la asistencia a la situación caótica en la región. El ministro del Interior, Abdolreza Rahmani Fazli, dijo el jueves en una sesión abierta del parlamento que se habían enviado un total de 36.000 tiendas a la región, incluidas las ya entregadas.

Muchas familias que no se habían visto afectadas se apresuraron a acudir a los centros de distribución y se llevaron suministros que no les correspondían, dijo Fazli.

Algunas entregas se vieron “bloqueadas” antes de llegar a su destino debido a la falta de orden público, añadió.

A pesar de que se enviaron suministros suficientes, “hubo algunos problemas en la distribución de la ayuda (…) se violó la seguridad”, indicó a la televisora estatal Morteza Salimi, de la Media Luna Roja iraní.

El número dos de la policía iraní, el general Eskandar Momeni, visitó la zona y dijo a la prensa que sus fuerzas asegurarían “la seguridad para la distribución de asistencia”.

La región, reconstruida en las décadas desde la guerra de Irán e Irak en la década de 1980, sufrió un terremoto de magnitud 7,3 el domingo por la noche. La agencia oficial de noticias IRNA informó de 530 muertos, mientras que la televisora estatal dio una cifra de 432 personas. No dio ninguna explicación para la discrepancia, aunque el conteo doble y los entierros sin notificar a las autoridades en pueblos remotos son habituales en el país.

El temblor dejó 9.388 heridos, según un reporte del miércoles de la agencia semioficial de noticias ISNA. De ellos, unos 1.400 seguían hospitalizados.

Nueve personas murieron en Irak y 550 resultaron heridas, todas en la norteña región semiautónoma kurda, según Naciones Unidas.

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