diciembre 13, 2024
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noviembre 16, 2017 | 157 vistas

José Gregorio Aguilar.-

Cd. Victoria, Tam.- El delegado de Provida en Victoria, Francisco Joel Rodríguez Domínguez, advirtió que lo que ocurrió en la primaria Altaír Tejeda de Tamez, donde un alumno ingresó una pistola de diábolos, es una señal de alerta para que en las escuelas se implementen acciones preventivas como la llamada operación mochila.

Al respecto, subrayó que los papás de los niños deben romper con la apatía que en ocasiones muestran cuando se trata de asuntos escolares y necesitan estar conscientes de que en materia de prevención la primera responsabilidad es de ellos y en la escuela se complementan dichas medidas: “En primer lugar los padres somos quienes debemos revisar las mochilas de los hijos, porque nadie tiene mayor responsabilidad sobre nuestros hijos que nosotros mismos”.

Aunque aclaró que el alumno jamás accionó el arma, señaló que de lo que se trata es de prevenir que ocurra algo lamentable y por ello las escuelas tendrían que tomar cartas en el asunto.

En su opinión es importante que los padres, en los hogares, revisen las mochilas de sus hijos, pero también que consientan en que en los planteles les revisen las bolsas escolares.

“Yo les pediría a los padres que tuvieran voluntad en consentir que es para beneficio a sus hijos y no afecta sus derechos humanos ni su privacidad porque se protege el bien general, no solo de alumnos sino también de maestros; en el caso del que hablamos por fortuna no ocurrió nada, pero qué tal si hubiera ocurrido”, cuestionó.

En el caso particular del estudiante de la Altaír Tejeda de Tamez, consideró que esa conducta de riesgo amerita una sanción, como pudiera ser una suspensión temporal; sin embargo, más allá de ese castigo disciplinario, lo más importante es que los padres del menor asuman su responsabilidad frente a los hechos y sobre todo propicien el diálogo con el alumno.

“Creo que no solo la suspensión del niño como un castigo debe aplicarse; es más importante hablar con él, que estén conscientes de que el error viene de casa, de que hay que estar en constante comunicación con los hijos. El alumno debe decir por qué llevó el arma”.

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