Shalma Castillo.-
Cd. Victoria, Tam.- Los problemas de violencia que suceden en los planteles escolares deben atenderse y no minimizarse, consideró el sociólogo y catedrático de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), Luis Humberto Garza Vázquez, al destacar que si los casos de ese tipo no se tratan a tiempo dan lugar a conductas criminales a futuro.
“Dentro de la sociología de la desviación social, se le denomina conductas aberrantes, son señales que tenemos que tomar nota y sobre todo hacer mucha labor de prevención y no esperar a que suceda una desgracia”, indicó.
En este sentido, dijo que desde el enfoque socio-terapéutico se requiere hacer un estudio que determine cuáles son los factores que están dando pie a problemas de violencia en el ámbito escolar.
Lo anterior, en referencia al caso de un alumno de educación primaria que supuestamente amenazó al profesor con un arma.
“En este caso fue de un estudiante a un profesor, porque se habla de la violencia entre estudiantes que vendría siendo el bullying y también existe la violencia de maestros hacia los alumnos, todos son manifestaciones de violencia que lamentablemente se están dando en nuestra sociedad”, indicó.
Ante ello, dijo que se requiere conocer los factores de riesgo que incitan a esta conducta; analizar los aspectos personales del propio estudiante, que es ahí donde entraría la labor de la psicología.
También, deben conocer lo que está pasando en los espacios vitales, donde se encuentra inmerso este estudiante; la familia, la escuela y la comunidad.
“La familia tiene que ver mucho con este tipo de conductas agresivas por parte de estudiantes que se reflejan hacía sus propios compañeros y maestros”, refirió.
Pero también se debe analizar qué está pasando en ese plantel educativo, de entrada se requiere hacer estudios para conocer el perfil, factor de riesgo y protección que tienen cada uno de los estudiantes;
“¿Cómo vamos a poder abordar un problema así si desconocemos qué es lo que está dando pie a este tipo de conductas?”.
Destacó que el entorno social también está dando lugar a mucho de esto, porque lo que se da en la escuela y la familia se ve en la conducta de los individuos y todo ello es un reflejo de lo que pasa en el contexto social, precisó.
“La violencia y la inseguridad son factores que están dando iniciativa a una desestabilización, desde ahí es donde se requiere hacer lo que Gobierno está comentando, el fortalecer el tejido social, que indudablemente es lo que nos debe unir, el esfuerzo y voluntad entre Gobierno y sociedad”.
Manifestó que el fortalecer el tejido social implica reforzar las instituciones principalmente, la familia y escuela, que para eso se requiere hacer los estudios que permitan saber sobre los factores de riesgo y saber de dónde partir para instrumentar proyectos que fortalezcan los programas educativos.
“Hay experiencias interesantes en México como en España y otros países, las cuales valen la pena analizarlas porque están sustentadas en la resiliencia, que es la capacidad que tienen las personas, familia, escuelas y sociedad para enfrentarse a la adversidad y problemas para salir adelante, y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) lo están proponiendo a organismos miembros”, subrayó.
En este caso, dijo que la iniciativa debe surgir de la institución educativa, que implique trabajar con los estudiantes, padres de familia y docentes para ayudar a desarrollar capacidades para evitar este tipo de conductas agresivas.
“Decirle a los padres ‘háganse cargo y los dejamos sueltos’, no es una solución, la solución es a partir de que la escuela involucre a los padres, estudiantes y docentes, pero se requiere tener voluntad política por parte de los directores y la Secretaría de Educación”.
Por último, manifestó que se deben unificar esfuerzos con instituciones de nivel superior como la UAT, donde se planten mesas de trabajo, de discusión y buscar propuestas alternativas que vayan acorde a nuestro contexto social.