Tijuana, 18 Nov (Notimex).- La apertura de la puerta en el muro fronterizo de esta ciudad provocó alegría y tristeza en integrantes de 12 familias mexicanas y estadunidenses que después de varios años de no abrazarse, por fin lo pudieron hacer.
La puerta que abrieron autoridades estadunidenses con gestiones realizadas por Enrique Morones, fundador y directivo de Ángeles de la Frontera, hizo que niños pudieran abrazar a sus padres y que residentes estadounidenses besaran y abrazaran a su familia mexicana.
Con ojos llenos de lágrimas y tristeza en el rostro, las familias corrieron a abrazarse y decirse lo mucho que se querían y se extrañaban, ya que aunque interactúan a través de dispositivos tecnológicos, ninguno de ellos puede superar la sensación de estrechar a los seres queridos.
La inmensa alegría de estar juntos se hizo presente por parte de las 12 familias que aplicaron para este acercamiento realizado en El Faro de playas de Tijuana donde finaliza México e inician los Estados Unidos y los sueños de millones de mexicanos.
Las familias provenientes de Estados Unidos que participaron, llegaron de ciudades como San José, Stanford, Escondido y Orange, mientras que del lado de México, eran oriudas de localidades como Culiacán, Mexicali, Monterrey y los estados de San Luis Potosí, Zacatecas, Guerrero y Michoacán.
La celebración del Día Internacional del Niño -20 de noviembre- permitió a los menores tanto de México como de Estados Unidos, estar con sus familias nuevamente, no obstante, algunos de ellos no pudieron realizar este hecho y a través de la valla asomaban sus dedos para tocar a sus seres queridos.
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