LOS ÁNGELES, E. U., noviembre 18 (AP)
Un jurado concluyó que una empresaria deberá pagar cinco millones de dólares a Katy Perry y a la Arquidiócesis de Los Ángeles por interferir intencionalmente en la venta de un ex convento a la estrella de pop.
La estrella de pop de 33 años ha tratado de comprar el ex convento valuado en 14.5 millones, propiedad de ocho acres que tiene instalaciones estilo villa romana y queda en el vecindario de Los Feliz, en Los Ángeles. También ha querido reubicar una casa de oración aledaña que era usada por sacerdotes. Su propuesta fue aprobada por el arzobispo de Los Ángeles.
Sin embargo, la empresaria Dana Hollister intervino y trató de comprar la propiedad a dos monjas que habían vivido allí. A principios de este año, un juez anuló esa venta diciendo que la arquidiócesis tenía derecho a vender la propiedad, no las monjas.
Hollister deberá pagar 3.47 millones a la arquidiócesis y 1.57 millones a la artista por interferir en la relación contractual y otras fechorías, concluyó el jurado.
El jurado halló que las acciones de Hollister conllevaron a que la cantante de éxitos como “Roar” y la arquidiócesis gastaran exorbitantes cantidades en abogados y otros gastos, que Hollister deberá reembolsar.
Su abogado Michael Geibelson dijo en los tribunales que su cliente pensó que tenía un contrato legal y correcto y que no tenía intenciones de perjudicar a nadie.
“No creo que Dana Hollister hizo algo malo a ninguna de esas dos partes”, dijo Geibelson durante el juicio.
Perry y la arquidiócesis todavía están negociando los detalles de la venta. La arquidiócesis necesita permiso del Vaticano para finalizar la compraventa.
El juicio entrará en la segunda fase en diciembre, cuando el jurado decidirá si Hollister debe pagar por daños y perjuicios.
La propiedad ha pertenecido a la orden las hermanas Most Holy and Immaculate Heart of the Blessed Virgin Mary (el más sagrado e inmaculado corazón de la bendita Virgen María) desde hace más de 40 años, pero estas monjas no han vivido en el convento por varios años. Solo cinco hermanas, de entre 70 y 80 años, siguen allí, y su orden ha tenido peleas con el arzobispo durante años por varios asuntos.
Las monjas objetaron la venta de la propiedad. Vieron los videos musicales de Perry y se reunieron con ella, pero eso solo afirmó su oposición a cederle el convento para que lo convierta en su casa.