Washington, 21 Nov (Notimex).- Organizaciones defensoras de los inmigrantes fustigaron hoy al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por su decisión de cancelar el Programa de Estatus de Protección Temporal (TPS) para 59 mil inmigrantes haitianos.
El Departamento de Seguridad Interna (DHS) decidió poner fin al programa puesto en marcha en 2010, luego del terremoto que azotó a Haiti y que dejó más de 200 mil muertos, por lo que los haitianos deberán salir de Estados Unidos en julio de 2019.
“Esta es una decisión cruel y carente de humanidad por parte de una administración que ha probado promover una agenda racista y xenofóbica”, señaló el director ejecutivo de Casa Maryland, Gustavo Torres.
Kika Matos, del Movimiento por una Reforma Migratoria Justa (FAIR) señaló que le corresponde ahora al Congreso aprobar una legislación que incluya una solución permanente que proteja no sólo a los haitianos, sino a otros beneficiarios del TPS.
“Nuestro movimiento sigue comprometido a pelear por las familias y a mantenerlas juntas”, indicó.
Antes el DHS había cancelado el TPS para dos mil 500 nicaragüenses que deberán salir del país en enero de 2019 y extendido sólo por seis meses la estadía de 86 mil hondureños hasta julio de 2018, aunque en este caso aún deben hacer una determinación final.
“La administración Trump ha mostrado que carece de decencia humana anunciando el fin del TPS para las familias haitianas durante la temporada de fiestas de fin de año”, deploró Angélica Salas, directora de CHIRLA.
Steve Choi, de la Coalición Migratoria de Nueva York, hizo un urgente llamado al Congreso estadunidense para aprobar una legislación de protección que permita la permanencia de los inmigrantes, así como un alivio permanente.
La decisión sobre los haitianos fue una nueva acción de la administración Trump contra beneficiarios del TPS que llegaron lo mismo de África que de países centroamericanos afectados por la guerra civil y los desastres naturales.
La mayoría de los inmigrantes haitianos beneficiarios del TPS se asentaron en la zona de Miami y se han mantenido activos para buscar una solución permanente.
Aunque las administraciones del presidente Barack Obama extendieron los programas regularmente, el gobierno de Trump ha asumido una postura más restrictiva en materia migratoria.
A diferencia del Programa de Acción Diferida para Llegados en la Infancia (DACA) para 690 mil jóvenes indocumentados, que resultaron de una orden ejecutiva de Obama, los TPS fueron aprobados por el Congreso.
Un grupo de legisladores demócratas ha presentado iniciativas para darles un alivio migratorio permanente, pero no han avanzado ni en la Cámara de Representantes ni en el Senado.