diciembre 13, 2024
Publicidad
diciembre 1, 2017 | 99 vistas

DACA, Bangladesh, noviembre 30 (AP)

El Papa Francisco exigió este jueves que la comunidad internacional tome “medidas decisivas” para resolver las causas del éxodo masivo de musulmanes rohinya a Bangladesh desde Myanmar, tras su silencio reciente frente a lo que la ONU llama un caso evidente de “limpieza étnica”.

El Papa llegó a Bangladesh para la segunda escala de su gira de seis días por Asia, con la crisis de los musulmanes rohinya en pleno apogeo.

Francisco sostuvo que era “imperioso” que los gobiernos del mundo ayuden al Gobierno bangladesí a ocuparse de los refugiados.

En un discurso ante el presidente Abdul Hamid, funcionarios y embajadores del mundo, el Pontífice elogió los sacrificios de Bangladesh al recibir a tanta gente. No identificó a los rohinya por su nombre, origen étnico o religión sino como “refugiados del estado de Rakhine”. Pero sus palabras fueron enérgicas:

“Nadie puede desconocer la gravedad de la situación, la magnitud del sufrimiento humano en cuestión, las precarias condiciones de vida de tantos hermanos y hermanas, la mayoría mujeres y niños, atestados en campamentos de refugiados”, dijo el Pontífice.

Añadió: “Es imperativo que la comunidad internacional tome medidas decisivas para enfrentar esta grave crisis, no sólo trabajando para resolver los graves temas políticos que han llevado al desplazamiento masivo de personas, sino también ofreciendo asistencia material inmediata a Bangladesh en su esfuerzo por responder eficazmente a esta urgente necesidad humana”.

Hamid, el presidente de Bangladesh, acusó a las autoridades de Myanmar de “atrocidades despiadadas” contra los rohinya a los que mencionó por su nombre y en su discurso ante el Papa, exigió ayuda internacional para permitir el regreso de los refugiados a Myanmar.

«Nuestro pueblo les ha recibido con los brazos abiertos, dándoles alimento, alojamiento y cubriendo sus necesidades básicas”, expresó. “Ahora tenemos la responsabilidad compartida de darles un retorno digno, seguro y sostenible a su patria, para que se integren a la vida social, económica y política de Myanmar”.

Francisco aterrizó en la capital bengalí en medio de fuertes medidas de seguridad y con gran expectación. Grandes pancartas con la imagen del Pontífice y de la primera ministra del país, Sheikh Hasina, decoraban la capital, Daca, y la catedral de Santa María tenía una iluminación especial para su estancia de tres días en la nación de mayoría musulmana.

Comentarios