Dacca, 2 Dic (Notimex).- El Papa Francisco instó hoy a los sacerdotes y monjas de Bangladesh a resistir al «terrorismo del chismorreo» que puede desgarrar a las comunidades religiosas, en un discurso que improvisó al cierre de su gira por Asia, que incluyó la antigua Birmania.
El pontífice visitó un hogar en Dacca fundado por la Madre Teresa para huérfanos, madres solteras y ancianos indigentes.
La Madre Teresa, quien inició las Misioneras de la Caridad para servir a «los más pobres entre los pobres», abrió el hogar a principios de los años 70 para cuidar a las mujeres bengalíes que quedaron embarazadas tras ser violadas por soldados paquistaníes durante la guerra de independencia.
En la reunión en la casa fundada por la religiosa, el Papa ha instado a los sacerdotes y monjas que viven en las comunidades a evitar las habladurías, calificándolas como una forma de «terrorismo», una comparación que ha hecho en otras ocasiones.
Como lo ha hecho en encuentros similares, Francisco les dijo a los sacerdotes y monjas que abandonaba el discurso que había escrito, y en su lugar les hablaría desde el corazón.
«No sé si será mejor o peor, pero prometo que será menos aburrido», bromeó el pontífice.
Y luego durante los siguientes 15 minutos posterioes, Francisco mezcló consejos sobre cómo atender las vocaciones religiosas («con ternura») con suaves advertencias sobre los estragos que las «bombas» de chismes pueden provocar cuando se vive una vida religiosa.
Su último evento en Bangladesh fue una reunión con jóvenes en un colegio fundado por sacerdotes católicos después de que la guerra de independencia a principios de la década de 1970 dejara al nuevo país con una escasez de lugares de educación superior.
La etapa bangladesí fue mucho más jovial en tono, a diferencia del tenso viaje en Myanmar donde evitó hablar en forma directa sobre la crisis de refugiados rohingya, aunque en Bangladesh tuvo un emotivo encuentro con un grupo del grupo étnico.
«La presencia de Dios hoy también se llama Rohingya», dijo a un grupo de 16 refugiados que viajaron a Dacca desde Cox’s Bazar, el distrito fronterizo con Myanmar donde los campos de refugiados albergan a más de 620 mil personas de la minoría musulmana.
Los exiliados rohingya huyeron de lo que Naciones Unidas llamó una campaña de limpieza étnica del ejército de Myanmar.
Después de su último evento en Bangladesh, el Papa Francisco abordó el avión para el regreso al Vaticano. Como es usual, se espera su acostumbrada conferencia de prensa en la aeronave.