Cd. Victoria, Tam.- Con el cuarto informe de su gestión rectoral, Enrique Etienne Pérez del Río cerró un ciclo de crecimiento, superación y transformaciones de la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT).
Al mismo tiempo, su última comparecencia ante los universitarios es el inicio de una nueva etapa de la vida de la Universidad, tras asumir José Andrés Suárez Fernández la Rectoría de la casa de estudios para el período 2018-2021.
Nuevamente, el Teatro Juárez de la Capital tamaulipeca fue escenario de la trascendental ceremonia de rendición de cuentas a la comunidad universitaria y a la sociedad, que tuvo como testigo de honor al gobernador Francisco García Cabeza de Vaca.
“Me voy contento, pero no satisfecho, como universitario siempre habrá algo más que hacer para superarnos y estar mejor. Me voy orgulloso de mi Universidad”, diría Enrique Etienne a los medios de comunicación antes de la ceremonia protocolaria.
Ya en el evento, ante asambleístas, profesores, estudiantes, personalidades y autoridades del sector gubernamental, público, privado y social, presentó un video que dio cuenta del fruto del trabajo de una universidad comprometida con la academia, la vinculación y la investigación en los cuatro años de su ejercicio rectoral.
Enumeró logros, avances, premios y reconocimientos de muchos universitarios deportistas, alumnos, maestros, investigadores y artistas.
Mencionó logros como el buque de estudios oceanográficos; el equipamiento de aerofotogrametría con alta tecnología satelital para estudios del sector energético, ambiental y gubernamental; entre otros recursos que distinguen la capacidad y la calidad técnica y humana de la Universidad.
Obras de mejoramiento e infraestructura en el Campus Sur, como el acceso al centro universitario, la moderna remodelación del Aula Magna “Herman H. Fleishman” y la sala de operaciones de medicina.
La creación de espacios productivos y de investigación como el Centro de Investigaciones Sociales en Matamoros; el Centro para la Innovación y Transferencia del Conocimiento (certificado por Conacyt) en Victoria; y el equipamiento para el Laboratorio Ambiental (certificado por la Entidad Mexicana de Acreditación-EMA) del Ceprotam en Reynosa.
En Victoria, el Hospital Veterinario de Pequeñas Especies; la construcción del Edificio de la Escuela Preparatoria número Tres; la remodelación y equipamiento del Círculo de Desarrollo Infantil en Victoria, así como la puesta en marcha de otro similar en Tampico, para atender a los pequeños hijos de estudiantes padres y madres universitarios.
Destacó que durante su administración se duplicó el número de profesores en el Sistema Nacional de Investigadores; y mencionó el reconocimiento de la Red Internacional de Evaluadores (RIEV) por obtener 18 acreditaciones internacionales, colocando a la UAT como la Universidad de Latinoamérica y el Caribe más acreditada por este organismo.
“Con palabras y con hechos, en cada día se demostró que la UAT es la universidad de los tamaulipecos y para los tamaulipecos. Y como integrantes de esta máxima casa de estudios, mucho nos enorgullece formar parte de ese motor que impulsa el desarrollo del estado”.
“¿Y cómo no estar orgulloso de esta gran institución?” expresaría Enrique Etienne más adelante, señalando que en estos cuatro años: “cada día y cada hora, hice todo cuanto pude por lograr la transformación que propuse. Y en ese sentido, me voy contento con lo que logramos y con la manera en que lo hicimos”.
Concluyendo que: “En cada una de mis propuestas, en cada acción que emprendimos, pusimos por sobre todas las cosas los valores universitarios: la Verdad, la Belleza y la Probidad”.