NUEVA YORK (AP) — Cuando la serie «The Punisher» de Marvel debutó en Netflix el mes pasado fue recibida con gran interés y expectativa, pero llegó como una de muchas adaptaciones de libros de historietas.
El aluvión ahora comprende unos 28 programas en nueve canales de señal abierta o cable y servicios de streaming, y el final no está a la vista.
Una de las razones es que a estas alturas los comics han sido normalizados como el mito compartido de la cultura dominante. Ya no son solamente para niños. Y con más y más canales de televisión con horas de programación por llenar, los libros de historietas, publicados desde hace décadas, ofrecen una fuente infinita de material.