LOS ÁNGELES, E. U., diciembre 12 (Agencias)
Protagonista de cintas tan populares como “Pretty woman” o “An Officer and a Gentleman”, a Richard Gere hace años que se le identifica con su budismo y su pelea por los desfavorecidos. Sobre el tema de los abusos actualmente opina: “Es momento de dar un paso atrás”.
“Nunca he tenido insinuaciones cuando era joven y empezaba en el cine, me refiero en el sentido sexual, pero sí en el sentido de poder. No somos perfectos, todos los que tienen poder abusan, todo el mundo lo hace”, afirmó el actor, durante la promoción de su nueva película, “The Dinner”, del israelí Oren Moverman.
Considera el protagonista de “Cotton Club” que, aunque haya saltado el asunto de los abusos sexuales en el cine, este problema “está en todas partes, desde los trabajadores de los campos a los empresarios de más poder, es lo mismo”.
“Y este es claramente un momento en el que tenemos que dar un paso atrás y pedir a los poderosos que se miren a sí mismos y piensen si han utilizado su poder para abusar de los que eran inferiores; y también es el momento de analizar si yo mismo permití que abusaran de mí porque era más débil”, reflexiona.
En “The Dinner”, Moverman pone sobre el tapete un amplio abanico de cuestiones incómodas, todas ellas relacionadas con el comportamiento humano, basándose en la relación de dos hermanos, Paul y Stan Lohman (Steve Coogan y Gere, respectivamente), que aprovechan una cena de lujo con sus esposas para hablar de sus hijos.
Tres adolescentes, han torturado y matado a una indigente que dormía en un cajero y han colgado el vídeo en Internet. Stan, congresista que aspira a gobernador, parece dispuesto a renunciar a su futuro político si su familia le respalda.
“Para mí la película va sobre responsabilidad y sobre cómo nos vemos a nosotros mismos dentro de nuestra familia, pero también en el universo y si somos responsables solo de cara a los que tenemos cerca, en nuestro entorno más próximo, o hasta dónde es de profundo nuestro sentido de la responsabilidad”, explica Gere.
Es evidente, dice, que “esos chicos han hecho algo terrible y que hay un veneno muy fuerte dentro de ellos, tanto que no sabemos si podrán vivir con ello si no lo aceptan y pagan por ello. Y tampoco si nosotros, al admitirlo, creeremos que el veneno pueda salir”.
“Todos tenemos que admitir que este es un mundo loco”, subraya Gere.
“Convivimos con historias trágicas de refugiados que escapan de lugares horribles y que no encuentran un hogar, que los rechazan en todas partes a los que antes han explotado durante todo el camino. El mundo en el que vivimos nos exige que tomemos una decisión: si aceptamos nuestra responsabilidad o no”, concluye.
Aunque Gere está en todas las guías especializadas como uno de los actores más taquilleros de la historia, nunca ha ganado un Óscar; “estaría encantado de que me nominaran para un Óscar o cualquier otro premio grande, pero no me molesta que no lo hayan hecho”, asegura.
Lo que hoy le preocupa, dice, es “encontrar guiones realmente buenos que aborden temas comprometidos” pero reconoce que también es difícil hallar directores o actores que los quieran hacer.