LOS ÁNGELES, E. U., diciembre 22 (Notimex)
El mensaje del Congreso de Estados Unidos al no atender el caso de los llamados “dreamers” (soñadores) fue el de “no nos importan”, afirmó este viernes el diario Los Angeles Times.
Los “soñadores” son unos 800 mil personas que viven en Estados Unidos y que fueron traídos a este país siendo niños por sus padres en forma indocumentada, y han crecido en el único país que reconocen como suyo.
El ex presidente Barack Obama emitió una orden ejecutiva conocida como DACA (Accion Ejecutiva para Menores Traídos por sus Padres), la cual fue cancelada hace unos meses por el presidente Donald Trump.
Estos “dreamers” compartieron un elemento imprescindible en su lista de Navidad, un regalo del Congreso en forma de legislación que les otorgaría permiso para continuar viviendo, estudiando y trabajando en el país en que fueron criados, señaló el diario en inglés.
En cambio, “en una muestra cruel de indiferencia ante las consecuencias humanas de sus acciones (o, en este caso, inacciones), el Congreso regresará hasta principios del próximo año sin abordar el destino de los llamados ‘soñadores’”, aseveró el rotativo.
“La razón, al parecer, es que los líderes republicanos del Congreso estaban demasiado ocupados concentrándose en aprobar su desastrosa factura de impuestos y medidas de financiación para centrarse en gran parte de cualquier otra cosa”, anotó.
Desafortunadamente, la gente está perdiendo la protección DACA y perder ese estado significa que no pueden continuar legalmente en los trabajos que tienen, y pueden ser detenidos por agentes de Inmigración y Aduanas y enviados a procedimientos de deportación.
“No hay ninguna razón defendible para que el Congreso no solucione este problema, que el presidente Trump creó en septiembre cuando anunció abruptamente que el gobierno no aceptaría nuevas solicitudes de DACA a partir del 5 de septiembre”, sentenció.
Y que ninguno de los permisos de dos años que expiraran después del cinco de marzo del 2018, sería renovado. Aquellos cuyas protecciones terminaron antes del cinco de marzo podrían solicitar una renovación antes del cinco de octubre, un mes después del anuncio.
“Estas son personas que se criaron en Estados Unidos, se educaron en Estados Unidos y son estadounidenses en espíritu y en perspectiva. Sería insensato y contraproducente echarlos ahora”, mencionó el rotativo.
“Muchos tienen hijos que son ciudadanos; muchas empresas propias; muchos están en profesiones tales como la salud y la ley. ¿Qué otra razón, aparte del rencor, existe para exponerlos a la deportación?”, finalizó.