Guadalajara, 26 Dic (Notimex).- El jefe del Departamento en Psicología Básica en la Universidad de Guadalajara (UdeG), Francisco José Gutiérrez Rodríguez, resaltó que la depresión puede afectar las diferentes áreas de la vida cotidiana.
En entrevista con Notimex el profesor e investigador del Centro Universitario de Ciencias de la Salud (CUCS) agregó que la depresión es un problema importante a resolver en el campo de la salud pública.
Apuntó que de acuerdo a cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estiman mil 200 millones de personas deprimidas en el mundo.
El expero manifestó que el problema de la depresión es que puede afectar las diferentes áreas de la vida cotidiana del sujeto, desde sus procesos psicológicos básicos, su afectividad, hasta sus ámbitos laboral, social y personal.
Comentó que la depresión es un problema «que tendríamos que empezar a intervenir de forma multidisciplinaria, donde en algunos casos se requiere un apoyo farmacológico acompañado de un proceso psicoterapéutico, y en otros sólo se refiere a estados depresivos debido a problemas de la vida cotidiana».
Indicó que la depresión puede llegar a afectar en esta época del año, «algunos factores de riesgo asociados pueden ser mayor consumo de alcohol, inadecuado manejo del tiempo libre, las necesidades creadas y los procesos de duelo».
Gutiérrez Rodríguez detalló que cuando finaliza el año pueden llegar a recrudecerse las pérdidas «o se hace un balance de todos los eventos o acontecimientos estresantes y puede desembocar en cualquiera de las variedades de los trastornos del estado de ánimo».
Resaltó que se estima que seis de cada 10 familias tienen entre sus miembros a una persona que está afectada por cualquiera de las variedades de los trastornos del estado de ánimo en Jalisco, «lo que nosotros ubicamos como depresión».
En el caso del tratamiento, añadió, «pueden llegar a pasar hasta cinco años para que una persona acuda formalmente a un proceso de atención profesional en el caso de depresión».
Dijo que muchas veces el tratamiento es con cuestiones paliativas «como leer, salir a caminar y distraerse, pero hoy día la depresión requiere un tratamiento profesional, donde puedan brindarse diferentes alternativas para su abordaje».
El especialista destacó que los niños, desde semanas de nacidos, pueden estar afectados por la depresión, «incapacidad para la sonrisa, el abrazo, no hay una asimilación de los elementos nutrientes y pueden llegar a morir por inanición».
Explicó que en el caso de los niños escolares y preescolares «vamos a encontrar una conducta imperativa, de apatía, de rezago, incapacidad para sistematizar el juego, y no poner atención».
«Incluso, cuando el menor ya tenía control de esfínteres ahora tiene procesos regresivos, o no quiere separarse del padre o de la madre».
Gutiérrez Rodríguez subrayó que estos factores pueden ser favorecidos por bastantes circunstancias, «desde padres que se van a divorciar, el bullying escolar -incluso en los preescolares ya existe este acoso-, puede ser la llegada de un hermano, el distanciamiento o la muerte de un familiar».
Afirmó que los adolescentes muestran retraimiento afectivo, aislamiento «o rechazo a querer hablar de lo que les pasa -lo considerar parte de su intimidad-, no lo dan a conocer a los pares porque muchas veces consideran que pueden ser juzgados o considerados impopulares».
«Tenemos estadísticas de suicidio en Jalisco que indican que por décadas se suicidaban personas de la tercera edad, o personas entre la tercera y cuarta década de la vida, pero en la actualidad, de los casi 560 suicidios que ocurren al año 52% son jóvenes de entre 15 y 24 años de edad», indicó.
Señaló que en 1998 «tuvimos el primer caso documentado de un suicidio infantil, el cual se derivó por problemas familiares».
En el caso de los adultos, agregó, las causa de la depresión son problemas familiares, económicos y laborales, «y en las personas de la tercera edad son la jubilación, el abandono, la muerte de la pareja o el diagnóstico de una enfermedad incapacitante, invalidante o dolorosa».
Añadió que la depresión la manifiestan más las mujeres que los hombres, «tenemos una sociedad más permisiva para permitirles a ellas el llanto, la demanda de ayuda, el buscar el cobijo, y en el caso de los varones quizá exista un sub registro de casos».
«La proporción de depresión es de cuatro mujeres por un varón, pero el hombre lo niega al hacerse el fuerte y lo manifiesta a través de somatizaciones, úlceras, gastritis, colitis, dermatitis, donde el cuerpo expresa muchas veces esta situación socio emocional y donde a él le cuesta mucho trabajo reconocer que pasa por un proceso depresivo», comentó.
Agregó que en los casos de suicidio, la proporción es cuatro varones consumados por cada mujer, «sin embargo, ellas en intentos son cinco por cada hombre, esto significa que lo intentan más las mujeres pero lo logran más los varones, lo cual se debe a la letalidad de los métodos».
«Estamos hablando ya de una depresión mayor, donde aparece ideación o tentativa suicida, donde el varón utiliza disparo por arma de fuego y asfixia por ahorcamiento, y en el caso de las mujeres herida por arma blanca y consumo de tóxicos», dijo.
Detalló que en el caso de los meses del año, «el factor climático no es lo que hace la diferencia, ya que diciembre, enero, mayo y junio son fechas donde aparecen mayor cantidad de casos de depresión reportados independiente si el clima es frío o con calor».
«Más bien los factores de riesgo, en el caso de los jóvenes es un consumo cada vez más temprano de alcohol o drogas, problemas económicos, desempleo, situaciones de problemas de pareja, las separaciones que llegan a ser complicadas que favorecen que se den procesos de duelo patológico», apuntó.
Gutiérrez Rodríguez indicó que dos terceras partes de los suicidios consumados lo habían notificado a la familia o incluso a algún profesional de la salud, «y se hizo caso omiso de las señales de riesgo, quizá no suicidas pero sí de una necesidad de atención a la depresión».
Advirtió que la persona empieza a regalar las pertenencias, «fantasear con lo que se siente morir, despedirse en vida, indagar métodos efectivos de cómo morir, aislamiento, ya no realiza actividades que antes eran muy atractivas para la persona desde el aseo, habilidades de auto cuidado, el salir con amigos, ahora la persona se encierra, se muestra apática y retraída».
«Lo que debe hacer la familia y los amigos en tanto la persona reciba ayuda especializada, es mantener la calma, fomentar la verbalización, no discutir con la persona, hacer una labor de acompañamiento, tratar de indagar las razones por las que se siente así, tratar de indagar si existe alguna idea de muerte, proporcionarle los servicios de asistencia y las líneas telefónicas 911 y 075 del servicio de intervención en crisis», consideró.
Por ello, recomendó tratar de persuadir a la persona para que reciba un tratamiento profesional, «desmitificar que sea para locos ir al psicólogo, al psiquiatra o a algún profesionista de la salud mental, sino aclarar es para resolver problemas de la vida cotidiana y que cualquier persona puede experimentarlos».
Aconsejó hacer una labor de acompañamiento hasta que tenga una atención profesional y dar seguimiento al caso, «no prometer nada de lo que no sean capaces de cumplir, no discutir con la persona, no bromear acerca de los que está sintiendo si no está preparado para ello».
Puntualizó que todos «tenemos como sociedad un compromiso para atender este problema de la depresión».
El experto precisó que el compromiso de las universidades puede ser con proyectos de investigación; «de la Secretaría de Seguridad, en la atención a personas con ideación y tentativa suicida; de la Secretaría de Educación, en términos de la detección oportuna de señales en alumnos que nos puedan avizorar».
«Realizar programas preventivos comunitarios donde no sólo sea dar una plática sino programas participativos donde se involucre a los comités de colonos, incluso pueden irse los profesionales y la comunidad seguir con este tipo de programas; y los medios de comunicación con el poder de penetración que tienen dar información veraz, clara y oportuna sobre la depresión», concluyó.