José Gregorio Aguilar.-
Cd. Victoria, Tam.- Productos de la canasta básica como el huevo, la carne y la leche, incluso antes de que terminara el año, sufrieron un aumento de precios y podrían incrementar aún más en las próximas semanas.
El precio del huevo, artículo básico indispensable en la dieta de los mexicanos, a lo largo del 2017 costaba casi 50 pesos y para finales del mismo se disparó hasta en 70 pesos, al menos así lo ofertan tiendas de autoservicio, aunque en algunos casos, y debido a ofertas internas, la tapa la dan en 59.90 pesos.
La leche, también alimento cotidiano en nuestro país, de costar diez pesos el litro, ahora subió a casi 16 pesos, al menos ciertas marcas comerciales, como la Lac Del.
En el mercado de abastos, un comerciante fue cuestionado sobre el incremento en el precio de las frutas y verduras y afirmó que el costo de las mismas podría incrementarse, aunque admite que ya algunas aumentaron antes de que iniciara el mes de diciembre.
Por ejemplo, el kilo del plátano, que a lo largo del año pasado costaba en promedio ocho pesos, ahora ya está arriba de diez, en tanto que en tiendas comerciales llega a 15.90. La papa también varió mucho su precio. De costar 16 pesos en promedio, ahora el kilo de patatas está entre 25 y 30 pesos, dependiendo del establecimiento.
La carne, al menos en el mercado Argüelles, también ya subió su precio. Juan Herrera afirmó que hasta noviembre el kilo de carne de res costaba 80 pesos y en diciembre alcanzó un precio de 90.
…Y EL DESABASTO YA
COMENZÓ, ASEGURAN
José del Carmen Perales Rodríguez
Aunado al incremento de su precio, algunas tiendas pequeñas y minisúper comenzaron a presentar desabasto de huevo, al grado que varios comerciantes entrevistados aseguraron tener más de 48 horas sin localizar a sus proveedores.
“El kilogramo lo estoy vendiendo en 32 pesos, le subí casi cinco pesos porque nos dijeron que seguramente subiría en el inicio del año, pero el proveedor no nos ha dicho cuánto subió, desde ayer no me contesta”, comentó Mario Cuesta, quien es propietario de un minisúper.
Añadió que en su caso no puede almacenar más de tres cajas para evitar problemas sanitarios, “pero ahorita ya no tengo para vender, es más, desde las tres de la tarde se me acabó la última caja”.
En un recorrido por otras tres tiendas cercanas de similar tamaño, tampoco tenían ese producto en existencia y quienes las atendían coincidieron que el proveedor cumplía su segundo día sin atender sus llamadas.