La brecha digital es tan grande, que muchos de nuestros papás y qué decir de los abuelos, ven la tecnología, como cosa del demonio. Que hayan aceptado las computadoras y celulares, con el paso de las décadas, es una cosa, pero una inteligencia artificial, qué comprenda lo que dices y que sea capaz de entablar una pequeña conversación, para algunos de ellos, es como para mandarlo a la hoguera en plena inquisición.
Y no es por culparlos, si a nosotros nos sorprenden las innovaciones tecnológicas, imagínense lo que es para ellos estar en contacto con algo que ni siquiera les había pasado por la mente que existiese.
Es el caso de esta abuelita italiana, aprendiendo a usar Google home, la primera bocina inteligente impulsada por un asistente de voz, como Siri de Apple, pero sin la necesidad de tener las manos en el dispositivo, además, tiene bocinas giratorias para mejorar la experiencia musical.
Pues bien, trata de no reír, ya que sería una falta de respeto para esta divertida abuela que al principio se muestra un poco intrigada por saber el género del asistente, después se impacienta para que funcione, y cuándo al fin le agarra la onda, hasta se le antoja una Google- serenata