Roma, 9 Ene (Notimex). – Ante el cambio climático y la creciente presión sobre los recursos hídricos, los cactus o nopales originarios de México son uno de los cultivos más importantes del siglo XXI, según estudio de la FAO junto con el Centro Internacional de Investigación Agrícola en las Zonas Secas (ICARDA).
“La resistencia del cactus en zonas áridas, su capacidad para sobrevivir a las sequías y para almacenar agua lo convierten en un instrumento importante para la seguridad alimentaria”, dijo Makiko Taguchi, una de las coordinadoras de la FAO del libro titulado “Crop ecology, cultivation an uses of cactus pear” (Ecología, cultivo y usos del nopal).
Taguchi señaló, en entrevista con Notimex, que, aunque la mayoría de los cactus no son comestibles, las especies del género Opuntia ficus ha sido introducida en 26 países más allá de México, su tierra de origen, e Italia y España, a donde llegó poco después del descubrimiento del Nuevo Mundo.
La especialista de la Organización de la ONU para la Agricultura y la Alimentación (FAO) dijo que, en particular, en Madagascar el nopal ha sido fundamental para garantizar la subsistencia de personas y animales afectados por una larga crisis alimentaria.
La experta resaltó que también en Etiopía la planta ha demostrado ser esencial en terrenos donde otros cultivos han fracasado, mientras que Brasil cuenta con más de 500 mil hectáreas de plantaciones de cactus y hay también tradición del cultivo en Argentina, Bolivia, Chile y Perú.
La planta se encuentra igualmente en granjas de Argelia, Marruecos, Túnez o Sudáfrica y en países como India, Pakistán y Kenya, donde se registra un incremento en su producción y uso.
Taguchi reconoció, sin embargo, que en gran parte de esos países el nopal es explotado sobre todo como forraje para animales, pese a que en México está incluido en la tradición culinaria desde hace siglos y el consumo promedio anual es de 6.4 kilogramos por persona.