Ante la emergencia de los sismos del pasado septiembre, la Dirección General de Publicaciones (DGP) de la Secretaría de Cultura impulsó un dispensario de libros que tuvo por objetivo acopiar materiales donados por la sociedad civil, los cuales pudieron ser solicitados por asociaciones civiles, promotores de lectura, animadores y mediadores de lectura, y hacerlos llegar a niños y jóvenes.
Durante las semanas en que IBBY México, la librería Morgana y el Museo Nacional de Culturas Populares fungieron como centros de acopio, se recibieron casi ocho mil 600 mil libros, que fueron entregados a diversos albergues y zonas afectadas en la Ciudad de México, Puebla, Morelos, Tlaxcala, Oaxaca y Chiapas.
Marina Núñez Bespalova, titular de la DGP, indicó que en esta iniciativa el libro fue un pretexto con el que se ofreció atención y cobijo. “Dispensario es como la metáfora de medicina, si te lastimaste aquí está algo para que no lo recientas tanto”.