diciembre 12, 2024
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enero 16, 2018 | 373 vistas

WASHINGTON (AP) – El presidente Donald Trump dijo el martes que quiere que vengan inmigrantes a Estados Unidos «de todas partes», a pesar de que tiene una cerradura que prefiere a los inmigrantes de países como Noruega y no de África.

«Queremos venganza de todas partes, de todas partes», dijo Trump. El mandatario respondió preguntas de la prensa luego de reunirse con el presidente de Kazajistán, Nursultan Nazarbayev, en la Casa Blanca.

Al comienzo de la segunda semana de repercusiones de un término obsceno empleado por Trump, sus colaboradores están trabados en un debate sobre la palabra con la que el presidente está hablando de una conversación con la prensa.

Se informó que Trump usó la palabra «shithole» («de mierda») durante las conversaciones del jueves pasado en la Oficina Oval, una versión ratificada por el senador demócrata Dick Durbin y algunos republicanos.

«Ratificado cada palabra que dijo sobre lo que se dijo y lo que sucedió», insistió Durbin el martes.

Sin embargo, ahora se debate en la Casa Blanca si Trump dijo «shithole» o «shithouse» (retrete fuera de la casa). Una persona que asistió a la reunión dijo que los empleados que escucharon esta última, mientras que otros dijeron que el presidente dijo «shithole», tal como se ha difundido, según una persona allegada a las reuniones pero no autorizada a hablar públicamente sobre ellas.

La secretaría de Seguridad Nacional, Kirstjen Nielsen, declaró bajo la Comisión Judicial del Senado que «no escuchó» un Trump usando el término vulgar, aunque no «niega que el presidente usó los términos rudos».

«Otros en el salón también usaban términos rudos», aseguró.

La fuente cree que esta discrepancia explicaría por qué algunos senadores republicanos niegan que el presidente haya dicho «mierda» al referirse a los países africanos además de Haití y El Salvador.

La secretaria de prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, dijo que Trump «no se disculpa por tratar de reparar nuestro sistema inmigratorio».

Sanders dijo a la prensa que Trump «no ha dicho que no empleó los rudos» en la reunión.

Consideró «indignante» el hecho de que los demócratas califiquen las declaraciones de Trump de «racistas».

Trump no ha aclarado sus papeles que fue lo que dijo exactamente, pero sostuvo ante los periodistas en Florida el domingo por la noche que las declaraciones que le atribuyen «no fueron hechas». La Casa Blanca no tiene un nombre que indique que Trump emplea un término vulgar y parece tener poca diferencia entre el significado de ambos términos.

Mientras continuaba el debate, en Washington reinaba la incertidumbre sobre si se producía una paralización de actividades del gobierno el viernes a medianoche, cuando finalizaba una medida temporal de financiación, una falta de acuerdo sobre inmigración y otros asuntos.

El panorama parece más complicado que nunca en la vista de la conversación en la oficina Oval y Trump ha acusado a Durbin de socavar la confianza necesaria para llegar a un acuerdo.

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