MIAMI, E. U., enero 17 (Notimex)
La fuerza de asalto que atacó al ex policía insurgente venezolano Óscar Pérez tenía la orden de matarlo, dijo el mismo Pérez a un aliado antes de morir, según publicó este miércoles El Nuevo Herald.
“No vamos a negociar; la orden es de matarte”, relató al diario un integrante no identificado del movimiento venezolano opositor Resistencia, que estuvo en contacto telefónico con el ex policía desde el inicio de los eventos del lunes en un barrio cercano a Caracas.
Según el diario, Pérez le dijo a la fuente que trató de negociar su entrega con el mayor de la Guardia Nacional que comandaba las fuerzas del régimen de Nicolás Maduro que lo tenían rodeado, pero eso no funcionó.
“(Pérez) me dijo que había sido el mismo mayor el que les anunció que no iban a tomar a nadie con vida (…) y después se despidió”, señaló la fuente.
Antes de morir en uno de los videos que circulan en Internet transmitidos el lunes por la mañana se escucha a Pérez gritarle al mayor de la Guardia Nacional que su intención era entregarse.
El Gobierno venezolano confirmó el martes la muerte de Pérez tras una operación policial que dejó un saldo de nueve muertos, lo que avivó las denuncias sobre la violación de los derechos humanos en el país.
El ministro de Interior, Néstor Reverol, informó en televisión que un grupo de “terroristas” liderados por Pérez cometió una agresión que puso “en riesgo la vida e integridad de los funcionarios”, dos de los cuales fallecieron en enfrentamientos.
La ex fiscal venezolana Luisa Ortega, quien se encuentra exiliada, y otros grupos de derechos humanos y de exiliados en Miami calificaron la muerte de Pérez de “ejecución extrajudicial”.
Pérez, quien fuera inspector del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalística (CICPC), atacó el 27 de junio pasado desde un helicóptero instalaciones del Ministerio del Interior y luego del Tribunal Superior de Justicia en Caracas.
En diciembre el grupo tomó una unidad de la Guardia Nacional para hacerse de armas y municiones, lo que mereció la orden del presidente Maduro para dar “plomo” a los rebeldes y que fueran tratados con tolerancia cero.
