¿Salvar la vida a costa de dañar el corazón? Los expertos en salud están sonando la alarma sobre los posibles efectos colaterales de los tratamientos para el cáncer de seno.
En su primera declaración sobre el tema, la Asociación Cardiológica declaró que las mujeres debían sufrir daños y perjuicios. No todas las cosas, y en algunos casos se pueden minimizar o evitar los riesgos.
«Queremos que los pacientes reciban el mejor tratamiento para su cáncer de seno», dijo la cardióloga Laxmi Mehta, quien presidió el panel emisor de la declaración. «Todas las edades hablan con su médico acerca de los efectos colaterales».
«La mayoría de las personas padecen cáncer de seno temen morir de cáncer. Aunque sobrevivan, todavía lo temen, pero la probabilidad de morir de insuficiencia cardíaca, sobre todo después de los 65 años, es mayor, dijo Mehta.
Los efectos colaterales suelen incluir arritmias, problemas valvulares o insuficiencia cardíaca, en la que el corazón se debilita progresivamente y deja de funcionar de manera eficiente. Los síntomas pueden aparecer mucho después del fin del tratamiento.
El Herceptin y otras drogas similares para un tipo específico de cáncer de seno pueden causar insuficiencia cardíaca. En algunos casos es temporal y desaparece al detener el tratamiento, pero puede ser permanente.
La radiación puede afectar las arterias y provocar estrechamiento o bloqueo. Otras drogas pueden provocar arritmias cardíacas o espasmos arteriales, dolor de pecho y posiblemente un ataque cardíaco. Otras todavía pueden alterar el ADN.
Algunas investigaciones indican que las nuevas drogas que utilizan el sistema inmunitario para combatir el cáncer pueden en ocasiones dañar el corazón, sobre todo cuando se usa.
«El problema es que nadie tiene en cuenta» y por eso habitualmente no se hizo el análisis correspondiente, dijo el doctor Javid Moslehi, jefe de un equipo de la Universidad Vanderbilt especializado en los riesgos cardíacos de las terapias para el cáncer.
Si se produce insuficiencia cardíaca al inicio de un tratamiento para el cáncer de seno, en ocasiones se puede retrasar o modificar la terapia.
Ciertas quimioterapias como la conocida con el nombre genérico de la doxorrubicina pueden ser menos riesgosas que las otras de forma gradual en el lugar de una sola vez. Según ciertas investigaciones, la droga dexrazoxano puede reducir los daños y perjuicios si se trata de las mujeres con cáncer del seno avanzado tratadas con altas dosis de doxorrubicina.
En todo caso, las mujeres deben haber asegurado que sus médicos estén enfermas antes, durante y después del tratamiento por cáncer de seno.
Los trastornos tienen factores de riesgo en historias comunes como la obesidad, el tabaquismo y la falta de ejercicio.
«Cuide la dieta, haga ejercicio, controle su peso, que su médico le controle la presión arterial y el colesterol», dijo Mehta.