Una gran variedad de tamales y atoles son los protagonistas de la Feria del Tamal que, en su edición número XXVI, la cual arrancó el pasado 30 de enero y concluirá el día de mañana el cuatro de febrero, como ya es tradición, en el Museo Nacional de Culturas Populares de la Ciudad de México.
Un total de 50 productores de diversas partes del país e incluso del extranjero, ofertan una variedad de 150 tamales diferentes, envueltos en hojas de maíz y de plátano, en esta fiesta de uno de los platillos rituales de los pueblos originarios.
El director del MNCP, Rodolfo Rodríguez, destacó que justamente un tamal y un atole son un excelente remedio contra el frío que se siente en la Ciudad de México, en el marco de la celebración del Día de la Candelaria.
Al inaugurar la Feria del Tamal que año con año organiza la Dirección General de Culturas Populares, Indígenas y Urbanas de la Secretaría de Cultura, indicó que esta celebración cierra los festejos de la Natividad y marca el inicio del ciclo agrícola.
Además de permitir la degustación de tamales de diversos estados del país, en el MNCP concluye la exposición Venid a mirar… Y abrid el corazón a las cosas pequeñas. Nacimientos de tradición, integrada por más de 220 nacimientos, de la colección de Celia Chávez de García Terrés.
A nombre de los productores, María Amparo Trujillo de Tabasco, señaló que esta feria es una gran oportunidad para mostrar la gran riqueza que tenemos en cada uno de los estados, ya que en todo México, desde el norte hasta la punta del sur, somos tamaleros.
Recordó que los tamales son una de tantas maneras de preparar el maíz, base de la alimentación en nuestro país y que incluso hay vestigios de tamales que datan de antes de la tortilla.
Los asistentes a esta Feria del Tamal, dijo, tendrán la oportunidad de degustar la gran variedad que existe en cada estado de este delicioso platillo, incluyendo los de pejelagarto, tan ricos y codiciados procedentes de Tabasco.
Pero los hay de todo tipo, desde los tradicionales verdes, de chile colorado, de mole y de cochinita pibil, hasta algunos más exóticos como los de pato, gusano de maguey, conejo, anca de rana, xoconostle con arándanos y el especial de Tlaxcala, que lleva chapulines y acociles.