BLOOMINGTON, Minnesota, EE.UU. (AP) — Estados Unidos ama las historias de Cenicientas, de aquellos que superan todo tipo de adversidades para salir de la nada y triunfar al final.
Ese sería el cuento de los Eagles de Filadelfia si ganan el Súper Tazón el domingo.
Los encargados de las casas de apuestas no creen que vaya a suceder y consideran a los Patriots de Nueva Inglaterra -sí, de nuevo- como los favoritos.
Pero hay que tomarse en serio a Filadelfia, ya que los Eagles tienen una buena posibilidad de conquistar su primera corona de la NFL desde 1960, y su primer trofeo Lombardi.
¿Será posible?
El equipo dirigido por Doug Pederson ha exhibido el corazón de un campeón, al mantener su paso ganador a pesar de perder por lesión a jugadores como su quarterback Carson Wentz (candidato al Jugador Más Valioso), el tacle izquierdo Jason Peters, el linebacker Jordan Hicks y el running back Darren Sproles.
“Es la mentalidad de que el próximo jugador en la lista tiene que desempeñar el trabajo”, dijo Pederson. “También significa que tienes algunos jugadores veteranos que mantienen el orden, que hay un buen grupo de entrenadores. Creo que es un reconocimiento a los jugadores y a todos los involucrados que puedan seguir adelante incluso ante tanta adversidad”.
Filadelfia no permitió un solo punto en la segunda mitad en sus dos partidos de playoffs. Anotó 31 contra la mejor defensa de la liga, y agregó un touchdown defensivo al apalear a Minnesota en el partido por el título de la NFC. Su quarterback suplente, Nick Foles, no ha desentonado y jugó un partido espectacular contra los Vikings.
Los Eagles pueden provocar problemas a Tom Brady con su feroz línea defensiva, encabezada por Fletcher Cox, quien ha sido el mejor defensor en toda la postemporada. También cuentan con jugadores peligrosos en el juego por aire y el ataque por tierra.
Además, enfrentan a un plantel de Nueva Inglaterra que no ha sido tan potente como algunos de los otros equipos que Brady encabezó en sus siete Super Bowl previos, de los cuales ganó cinco.
Pero no se deje engañar.
Todavía se trata de los Patriots, probablemente el plantel más polifacético del planeta. Nueva Inglaterra parece que siempre tiene a mano una carta ganadora, y no necesariamente por el brazo de Brady, sino con una defensa que ha ido de menos a más durante la temporada.
Además, cuentan con la experiencia en el partido más importante del año, con 31 jugadores que estuvieron en el plantel que ganó el título el año pasado al remontar una desventaja de 25 puntos contra los Falcons de Atlanta.
“Sabemos de qué se trata, pero a fin de cuentas, tienes que salir y rendir”, dijo el linebacker de los Pats, Kyle Van Noy. “Así que en realidad no es una ventaja. Sólo hay que jugar el partido, y estar listo para hacerlo al mejor nivel posible”.
Nueva Inglaterra no siempre lo hace en el Super Bowl, o al menos no siempre desde el principio.
El mejor ejemplo son los primeros 40 minutos del Super Bowl pasado, en los que los Pats quedaron en desventaja de 28-3 ante Atlanta. Por supuesto, después Brady encabezó una remontada para la historia.
La única constante con los Patriots es que suelen jugar Super Bowls apretados. La diferencia total en puntuación en sus siete partidos por el campeonato es de apenas 12 puntos: Patriots 169, oponentes 157.
¿Ganarán otra vez por un pelo, o Filadelfia tiene la magia para completar su cuento de hadas?
Todo se reduce a una cosa: cuál equipo tiene a Brady.