Alfredo Guevara.-
Aunque todavía no se define cuándo ni en qué porcentaje o cantidad, concesionarios del transporte público analizan la posibilidad de parar y sacar de circulación unidades para la prestación del servicio, a efecto de amortiguar en algo los costos de operación.
Se trata de un “amarre” de lo que harán las organizaciones, los concesionarios y permisionarios del transporte, como una medida que no afecte a los usuarios del servicio, pero sí buscando un ahorro en los gastos que conlleva el movimiento de las unidades, expuso Ramón Hernández Manríquez.
El Secretario del Transporte en la Federación de Trabajadores de Tamaulipas (FTT) adelantó que serían unidades que tienen años, que ante la imposibilidad de hacer un recambio se tendrán que sacar de circulación, pues resulta más costoso traerlas en funcionamiento que detenidas.
“Tenemos que hacer el amarre a nivel estado de lo que se va a hacer, vamos a tener que parar y sacar de circulación unidades, porque el costo de operación ya nos rebasó, ya se nos dijo que no habrá aumento a la tarifa y si bien se nos dijo que habría algunos apoyos o subsidios, la realidad de las cosas es que no vemos nada claro”, sentenció.
Hernández Manríquez dijo que la única opción que tienen los prestadores del servicio es reducir el número de unidades en circulación, “porque hay concesionarios que prefieren mil veces parar que seguir circulando con pérdidas económicas”.
Por el momento no se ha determinado en qué porcentaje o cantidad de unidades serán sacadas de la circulación y concentrarlas en algún sitio, como una medida de ahorro por lo elevado de los costos de operación que implica la prestación del servicio, sostuvo.
En lo que sí están de acuerdo los que se dedican a esta actividad es en hacer este “amarre” en los principales municipios de la entidad, en aquellas rutas de mayor circulación y en vehículos que resulta más costoso tenerlos trabajando que parándolos.
Citó que los precios de la gasolina, gas LP, diésel y otros insumos se han elevado, en tanto que la tarifa se ha mantenido durante dos años sin movimiento y sin esperanzas de que se apruebe un aumento.