Redacción El Diario
Sídney, Australia. – Una familia que habita en el poblado de Mossman, en Australia, se vio sorprendida luego de que una enorme pitón se comió a su mascota, un hermoso gato de color gris.
De acuerdo al portal Brisbaje Times, una electricista de nombre Brydie Maro, recibió una llamada de uno de sus clientes más frecuentes, los cuales informaron que una pitón amatista australiana, una de las más grandes en el mundo, se había comido a su gato y permanecía oculta.
Para fortuna de la familia, pero no tanto del felino, la electricista era una experta en trata, control y manejo de este tipo de animales salvajes, ya que contaba con una alta trayectoria de más de quince años en esa especialidad.
