diciembre 12, 2024
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marzo 11, 2018 | 299 vistas

Shalma Castillo.-

Cd. Victoria, Tam.- Brenda Ximena tiene un espíritu de lucha que la impulsa a seguir avanzando hacia sus metas.

Apenas tiene dos meses en Irlanda, a donde ha llegado aprovechando el apoyo otorgado por la Universidad Autónoma de Tamaulipas (UAT), pero más que nada por su esfuerzo.

Victorense de nacimiento, independiente por convicción, ha escalado los peldaños apoyados en su instrucción académica.

Ha tenido que apretar el paso para entender y dominar el idioma de William Shakespeare, para abrir puertas con facilidad… Y lo ha logrado.

Con tan solo licenciatura en Administración, su campo de preparación profesional, Brenda Ximena Jiménez Gálvez se ha lanzado ya a conquistar al mundo.

Su visión desde siempre ha sido destacar laboralmente en otra ciudad, sin embargo, siempre está consciente de tener que crecer profesionalmente para lograrlo.

Para cumplir con el primer paso de ese sueño pasaron casi dos años de esfuerzo y dedicación.

Platica que desde antes de ingresar al nivel superior, Brenda se visualizaba estudiando en otra ciudad, sin embargo, por diversas circunstancias termina la carrera en Victoria, pero sin sacar de su mente continuar estudiando o trabajando en otro lugar.

A la par con sus estudios, se le da la oportunidad de laborar como auxiliar contable en el DIF estatal, pero una vez egresando de su carrera busca empleo en la ciudad de Monterrey, en donde permanece casi un año en el área de administración de cuentas corporativas en la compañía Deacero.

Sin embargo, para poder ascender de puesto requiere un inglés más técnico; es ahí cuando decide buscar una escuela de inglés en el extranjero.

Entre sus tres opciones son Canadá, Londres e Irlanda, la más económica es Canadá, pero otro de sus sueños es viajar, entonces en ciudad irlandesa de Dublín le dan la opción de trabajar medio tiempo y es donde elige finalmente.

 

EN DUBLÍN LA VIDA ES BONITA

Aunque apenas han pasado dos meses, son suficientes para cambiar su perspectiva de ver la vida, el mundo y, más que nada, disfrutar cada momento.

“Estando acá cambian tus ideas, tu mundo es distinto, es otra cosa, la cultura, creencias, todo, y en verdad te sirve para crecer personalmente”.

La gente es amable, honesta, los irlandeses son nobles y educados, aunque el clima de la ciudad la mayor parte del tiempo es lluvioso y frío, tiene lugares increíbles.

“Esta parte de mi vida no la cambiaría”, simplemente así lo describe al relatar su estancia en el país europeo.

 

EL ESFUERZO ES LA BASE PARA LOGRAR TUS METAS

Brenda se considera independiente, pues desde hace años ha estado activa laboralmente y es algo que le gusta hacer.

La ventaja de estar en Irlanda es que además de tu visa de estudiante puedes trabajar medio tiempo, y claro que no desaprovecha la oportunidad.

Pues se ha convertido en la “todóloga” de un restaurante, desde preparar cualquier tipo de café hasta algún platillo sencillo.

“En mi trabajo hago de todo, sé hacer café, y ya hago todo tipo de café, desde capuchino, expreso, macchiato y todos los que hay… Hago cafés, soy mesera, cajera, y hasta me ponen hacer la comida fácil, ahí practico mucho el inglés”.

 

COMO MÉXICO NO HAY DOS

Algo que les suele pasar a los mexicanos que se van a vivir, trabajar o estudiar a otro país, es que cambian su perspectiva de ver a México.

“Yo veía a México súper mal, por la situación de inseguridad que estamos pasando, pero dentro de todo lo malo también tenemos cosas buenas”.

Como su cultura, no hay otra, ese ambiente que hay en México no lo tienen en ningún lado, es un país que tiene un gran sentido de pertenencia.

Los extranjeros ven a México hermoso, en Irlanda hay muchos restaurantes mexicanos; “en realidad no te imaginas que en un lugar tan lejos vas a encontrar comida mexicana y son los que más rating tienen”.

México tiene mucha riqueza desde la comida, cultura, lugares, su gente… “una amiga de Suiza me dice ‘Brenda, ustedes tienen todo, su suelo es bueno y pueden sembrar lo que sea, aquí no hay mangos, ni muchas cosas que se dan en México’”.

 

METAS DE VIDA

Antes de casarse, tener hijos y otras responsabilidades, Brenda quiere recorrer el mundo y continuar preparándose en el ámbito laboral.

“Cuando llego a Dublín, dije voy a estar ocho meses estudiando, y en realidad siempre he querido estar en la Ciudad de México trabajando, pensaba en regresar hacerlo, pero ahora todo cambia y tal vez quiera renovar mi permiso otros seis meses o irme a otro país”.

Día con día siente que crece como persona y ser humano, y con firme convicción asegura que va a seguir preparándose con un mejor nivel de inglés, para después hacer maestría en Europa.

Y si le sale una oportunidad de trabajo en aquel continente, pues ni de pensarlo dos veces, aunque sí quisiera regresar preparada para México para trabajar, “no por el hecho de estar acá veo menos a mi país”.

 

EL CONTRASTE EN LA EDUCACIÓN

“La educación en Irlanda es muy distinta, desde los horarios de clase y hasta en lo caro que es estudiar, pero eso sí, un nivel académico súper bueno”.

En ese país las inasistencias escolares no importan mucho, lo que realmente cuenta es lo que el alumno aprende, pues el resultado final se ve reflejado en el examen.

“Ahh, pero eso sí, saben mucho porque leen mucho; aquí leen demasiado y es algo que en México no tenemos”.

México es de los países con las jornadas escolares más largas y menos vacaciones, y aunque el sistema público es “gratuito” requiere de mejorar el nivel académico.

“En una clase, sobre la educación en los países, me preguntaron cómo son las clases en la universidad de donde soy y les platico que pues la mayoría de las veces los alumnos exponen y dan la clase, se sorprendieron mucho porque acá es muy diferente”.

 

EXPERIENCIAS

Una de las experiencias que ha pasado en estos dos meses es conocer la nieve.

“Cuando llego acá, investigo sobre el clima de Dublín siempre es lluvia y frío, pero nunca cae nieve, pero nevó por cuatro días, y toda la ciudad era hermosa, blanca, y dije ‘es un momento que nunca voy a olvidar’; me volvía loca con la nieve fue una experiencia increíble”.

Para ella desde el día uno que inicia esta aventura va registrando cada momento vivido como una experiencia; “desde que compro un vuelo, hice tres días para estar acá, me acuerdo de cada momento, desde que me quedaba dormida en los aeropuertos, conocer mucha gente de diferentes países con diferentes historias, nunca antes viajaba tan lejos, menos sola y digo ‘wow estoy sola y viajando’”.

Otra de las cosas que no olvida es la honradez de los irlandeses, pues cuenta que ellos mismos se cobran en el súper.

“Cuando vas al súper tú te cobras, guardas las cosas en una mochila porque la gente es honesta, aquí la gente no se roba las cosas, el sistema operativo de las cajas es sencillo, tú vas marcando como si fueras la cajera y marcas como vas a pagar si cash o con tarjeta y ya, pagas y te vas, la gente hace fila cuando debe hacer”.

Aunque no todo ha sido color de rosas, también ya ha experimentado algunas que han sido lección.

“Primero estuve trabajando en un restaurante italiano, solamente dos semanas porque fue una mala experiencia, el italiano es muy grosero, me gritaba enfrente de los clientes, y si hacía algo decía; ‘no déjala que lo haga así, ella es de México’, demasiado racista”.

Finalmente Brenda comparte el consejo a todos los jóvenes que tienen miedo de cumplir o hacer lo que quieren, que se arriesguen, que no dejen pasar el tiempo, tenerlo en mente y no sacarlo hasta cumplirlo.

“Todo el esfuerzo y proceso que he pasado para estar acá, ha valido la pena totalmente, no me arrepiento de nada y agradecida con Dios y mi familia porque solo por ellos estoy aquí”, puntualiza.

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