noviembre 24, 2024
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marzo 13, 2018 | 319 vistas

La aldea de Alexéi-Nikólskoye, en el Lejano Oriente ruso, se vio atemorizada a principios de año por la presencia de un ejemplar hembra de tigre de Siberia. El animal merodeó por las calles del pueblo sin miedo y mató a varios perros guardianes para alimentar a sus cachorros.

Mientras el felino estuvo en la población, situada al norte de Vladivostok y a escasos kilómetros de la frontera con China, sus habitantes no se atrevieron a dejar que sus hijos salieran de sus casas. Ni siquiera para ir a la escuela por la mañana, cuando la iluminación pública está encendida, pues la tigresa «no tenía miedo a las luces de la calle ni a los gritos de la gente», publica Mail Online.

Para evitar que los lugareños dispararan a la tigresa, perteneciente a una especie en peligro de extinción, los guardabosques locales la sedaron y la capturaron viva en un operativo especial que duró una semana.

Ahora el felino pasará varias semanas junto con sus cachorros en un centro de rehabilitación y más tarde especialistas decidirán si el animal puede regresar a la vida silvestre o si será enviado a un parque zoológico, recoge el portal ruso Vesti.

Con información de: actualidad.rt.com

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