BERLÍN (AP) — Angela Merkel prestó juramento el miércoles para un cuarto mandato como canciller de Alemania, con lo que terminaron casi seis meses de deriva política en la mayor economía de Europa.
Los legisladores aprobaron la reelección de Merkel, que no tenía rivales, por 364 votos a favor, 315 en contra y nueve abstenciones. Su coalición conservadora, la Unión Demócrata Cristiana, su filial en Baviera o Unión Social Cristiana y los socialdemócratas de centroizquierda controlan 399 de los 709 escaños de la cámara.
En lo que se prevé que este sea su último mandato, Merkel _en el poder desde 2005_ tendrá que mantener unida la que posiblemente sea su coalición más frágil mientras al mismo tiempo enfrenta desafíos como una posible guerra comercial entre Estados Unidos y Europa, así como buscar un acuerdo con Francia y otras naciones sobre el futuro de la Unión Europea.
«Las expectativas de nuestros amigos y socios son enormes, particularmente en Europa», dijo el presidente alemán Frank-Walter Steinmeier a Merkel y sus ministros mientras nombró formalmente al nuevo gabinete. «Muchos de ellos esperan que nosotros mostremos que las democracias liberales son capaces de actuar y enfrentar el futuro».
Merkel viajará el viernes a París para reunirse con el presidente Emmanuel Macron, el primer viaje al extranjero de su nuevo mandato.
En este nuevo ciclo, Merkel comandará un gobierno con muchos cambios. Los socios de la coalición de gobierno, que tradicionalmente son rivales, están deseosos de enviar señales de renovación luego de los comicios de septiembre, donde todos sufrieron reveses. Habrá nuevas caras en los puestos más importantes: al frente de los ministerios de finanzas, exteriores, economía e interior.
Estos mismos partidos ya gobernaron en la anterior legislatura de cuatro años, pero revalidar la coalición ha sido una tarea complicada.
La votación del miércoles en el Bundestag se produjo 171 días después de las elecciones, casi el doble del anterior record. En un primer momento, los socialdemócratas dijeron que pasarían a la oposición tras cosechar su peor resultado desde la Segunda Guerra Mundial, pero el presidente alemán los convenció para cambiar de opinión tras el fracaso de las negociaciones entre Merkel y dos formaciones más pequeñas en noviembre.
El gobierno de Merkel salió adelante después de que dos tercios de los miembros del partido Socialdemócrata aprobaron el acuerdo de gobierno en las urnas el mes pasado. Al menos 35 legisladores de la coalición no le prestaron su apoyo el miércoles, un resultado que estuvo en línea con los obtenidos al inicio de sus dos «grandes coaliciones» anteriores.
Thorsten Faas, profesor de ciencias políticas de la Universidad Libre de Berlín, dijo que es probable que la coalición se mantenga hasta 2021 como está previsto y destacó que los partidos en el gobierno ya demostraron antes que pueden trabajar juntos.
«Una base firme y creo que este gobierno tiene una, es importante para poder trabajar en tiempos inciertos», dijo Faas a la televisora ZDF. «Así que creo que hay razones para el optimismo».